"El dinero de los contribuyentes se pierde en la fundación privado de una personalidad política que está activa: ¡la Sociedad de Cooperación Exterior debe entender perfectamente a qué huele esto! De hecho, existen otras organizaciones que realizan actividades similares, por ejemplo los fondos de la ONU, a donde se hubieran podido invertir ese dinero con más beneficios", señaló el político a Radio Sputnik. Movassat cree que la reputación de la Fundación Clinton habla por sí sola, más allá de si se comprueba o no el financiamiento por parte de Berlín a la campaña de Clinton. Según el experto, inversiones de este tipo dan la impresión de que Alemania intenta influir o ganar influencias en el mundo. "Por eso surge una pregunta: ¿qué buscaba el Gobierno de Alemania al financiar los proyectos de esta fundación? ¿Acaso buscaba una mejor relación en caso de que Clinton fuera elegida presidenta de los EEUU?", se preguntó el político.
Para descubrir la verdad sobre lo sucedido, el diputado envió el 22 de noviembre una petición de aclaración a su Gobierno para que explique los objetivos detrás de la inversión y si es posible asegurar que los recursos no fueron usados para la campaña electoral de Hillary Clinton. El Gobierno teutón tiene una semana para aclarar la situación.
Sputnik
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