Según Gasparián, después de llegar al poder, el primer ministro armenio Nikol Pashinián y su equipo comenzaron a destruir todo lo posible, incluida la seguridad de la información. Dijo que durante la operación, el gobierno armenio ni siquiera utilizó una herramienta de censura tan importante como la confrontación de información. Gasparián cree que los intentos de echar toda la culpa a una persona son peligrosos. Según el politólogo, muchas fuerzas que llenan hoy la oposición y la agenda informativa acogieron con beneplácito las decisiones que llevaron a la situación actual.
Si la gente piensa que tiene poca memoria, está muy equivocada. "Lo siento, pero la guerra con tales componentes solo se puede perder. En general, creo que no entienden exactamente lo que está pasando en Armenia. Esto no es una derrota militar, es una humillación nacional de la que muchos son culpables".
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