"El inicio de las operaciones comerciales significa que el gasoducto ya ha puesto a disposición capacidad para el transporte de gas natural", agregó.
Cuatro años y medio después de la inauguración de las obras de construcción en Salónica, el gasoducto transadriático (TAP), un sistema de transporte de gas de 878 kilómetros que atraviesa Grecia, Albania, el mar Adriático e Italia, comenzó sus operaciones comerciales.
Un equipo diverso de profesionales de la industria trabajó diligentemente y con eficacia en condiciones difíciles para entregar con seguridad una pieza estratégica de infraestructura energética en el plazo previsto.
TAP es la etapa europea del Corredor Meridional de Gas, un proyecto de entrada que transportará 10.000 millones de metros cúbicos (bcm/a) de nuevos suministros de gas desde Azerbaiyán a múltiples mercados de Europa. El sistema de TAP funciona con arreglo a normas de calidad, salud, seguridad y medio ambiente reconocidas internacionalmente, y está diseñado con el potencial de duplicar su capacidad de producción hasta 20 bcm/a.
El gasoducto, de 878 km de longitud, se conectará con el gasoducto transanatólico (TANAP) en la frontera turco-griega de Kipoi, cruzará el norte de Grecia, Albania y el mar Adriático, antes de desembarcar en el sur de Italia, donde se conectará a la red de transporte de gas de Italia, operada por SNAM Rete Gas.
TAP es la sección europea del Corredor de Gas del Sur, que mejora la seguridad energética de Europa y contribuye a la descarbonización y a la diversificación de los suministros de gas.
Los accionistas de TAP son BP (20%), SOCAR (20%), Snam (20%), Fluxys (19%), Enagás (16%) y Axpo (5%).
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