A pesar de su escepticismo sobre la capacidad de las cuentas españolas para evitar un nuevos desajustes, Dombrovskis defendió la decisión del Ejecutivo comunitario no sancionar a Madrid por el incumplimiento en 2015. "La CE considera que el procedimiento por déficit excesivo tiene que quedarse congelado en este punto para ambos países de momento", dijo el vicepresidente del Euro en referencia a España y Portugal, que también incumplió sus objetivos de déficit el año pasado.
El Ejecutivo de Mariano Rajoy, que el pasado mes de octubre envió a Bruselas unos presupuestos prorrogados al no poder aprobar unos nuevos al encontrarse en funciones en esos momentos, se encuentra trabajando en la búsqueda de apoyos políticos para aprobar unas nuevas cuentas.
La actual configuración del Parlamento español hace que el partido de Gobierno, el conservador Partido Popular, se encuentre en minoría, lo que condiciona su capacidad de actuación para acatar las órdenes de Bruselas, que pide un ajuste del 0,5 por ciento del PIB (unos 5.000 millones de euros) para bajar el déficit público del 3,1 por ciento en 2017.
En ese contexto, según informa este lunes el diario El País, el Gobierno español estima que la presentación de los presupuestos de 2017 puede postergarse hasta febrero del próximo año, lo que retrasaría su eventual aprobación hasta abril aproximadamente.
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