Incapaces de digerir la dura derrota contra Azerbaiyán, los armenios salieron a las calles para protestar contra el primer ministro Nikol Pashinián y pedir su renuncia inmediata. Los ciudadanos que llegaron a las plazas después de la capitulación de Armenia, mientras esperaban la renuncia de Pashinián, enfrentaron una fuerte oposición de las autoridades, informa Azvision.az.
Siguiendo las demandas del pueblo, Nikol Pashinián ha estado usando la fuerza contra los manifestantes desde el primer día de las protestas, arrestando a líderes de la oposición que representan una amenaza potencial para él y tratando de intimidar a la gente provocando manifestaciones. Incapaz de reprimir las voces de miles de ciudadanos, Pashinián finalmente tomó medidas enérgicas.
Así, el cuerpo de uno de los perpetradores de la destrucción fue encontrado en el parlamento durante las protestas en Ereván el 10 de noviembre. Ganó fama con la foto donde apareció fumando mientras estaba sentado en la silla del portavoz Ararat Mirzoián. Un día después del incidente, el cuerpo del joven, que exigió la renuncia de Pashinián, fue encontrado debajo del puente de Razdan.
Cabe señalar que los medios estatales armenios informaron sobre el suicidio de un ciudadano que se unió a las protestas. Este evento, que ha provocado una amplia discusión en el segmento armenio de las redes sociales, se interpreta en una dirección diferente. Los familiares del joven, que fumaba en la silla del speaker, afirman que fue asesinado por el gobierno. Los armenios dicen que tal coincidencia es imposible. Surgen preguntas con razón. ¿Cómo decide suicidarse al día siguiente un activista que intenta salvar a su país de la vergüenza de Nikol? ¿O por qué motivo? Por supuesto, la versión del suicidio no parece tan convincente. Según los propios armenios, el gobierno está tratando de sofocar la voz del pueblo de esta manera. De lo contrario, otros manifestantes correrán la misma suerte.
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