En un mensaje formal enviado al Seúl, Pyongyang expresó que a Kim le da "mucha pena" haber "decepcionado" al presidente Moon Jae-in y a otros surcoreanos con este incidente, declaró el director de seguridad nacional de la Casa Azul, Suh Hoon.
Según una investigación realizada por el Norte, sus militares que operaban cerca de la frontera marítima con el Sur realizaron más de 10 disparos contra un surcoreano que había incursionado en las aguas territoriales, conforme a las instrucciones pertinentes para tales casos.
Corea del Norte reconoció haber quemado el "material flotante" que transportaba al individuo, pero no su cuerpo.
Los militares surcoreanos comunicaron el 23 de septiembre que buscaban a un hombre de 47 años que trabajaba en el Ministerio de Océanos y Pesca. Desapareció el 21 de septiembre pasado, cuando estaba de turno a bordo de un buque de inspección cerca de la isla de Yeonpyeong-myeon, en el mar Amarillo, por donde pasa la frontera marítima de facto entre las dos Coreas.
El 24 de septiembre, el Ministerio de Defensa surcoreano afirmó que Corea del Norte había asesinado al hombre tras descubrirlo en sus aguas y quemado su cuerpo, según los servicios de inteligencia.
El presidente surcoreano, Moon Jae-in, condenó a Pyongyang por ese incidente y ordenó a los militares redoblar la vigilancia y adoptar las medidas de seguridad pertinentes.
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