Rusia construirá sus relaciones con Irán sin tener en cuenta la amenaza de Estados Unidos de imponer sanciones, afirmó el jueves el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov.
En una rueda de prensa en Moscú después la reunión con su homólogo iraní, Javad Zarif, Lavrov señaló que las demandas de Estados Unidos de cortar la cooperación con Irán son “ilegales”.
“Espero que otros países que cooperan con Irán adopten una posición de principios y se guíen por sus intereses nacionales”, agregó Lavrov.
A su vez, Zarif manifestó que la amenaza de Estados Unidos de imponer sanciones unilaterales contra cualquier país que coopere con Irán es una evidencia de su derrota en la ONU, donde Washington no logró doblegar a otros miembros para que apoyaran su posición.
En una declaración a los medios de comunicación rusos el mismo jueves, Zarif dijo que Irán está listo para intercambiar prisioneros con Estados Unidos.
Pero el diplomático aclaró que las conversaciones no se pueden organizar directamente entre las autoridades iraníes y estadounidenses, y Teherán le gustaría tener a Suiza o cualquier otro país que “quiera jugar un papel positivo” en este proceso.
Órgano de control de armas químicas toma pruebas de Navalny
Lavrov aseguró que Rusia aún no puede abrir una investigación con respecto al presunto envenenamiento del líder de la oposición rusa Alexey Navalny.
El funcionario explicó que ni la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) ni Alemania proporcionaron a Rusia los resultados de las pruebas de Navalny que confirman el envenenamiento.
El ministro ruso sostuvo que la OPAQ y Alemania redirigen las solicitudes rusas de un lado al otro, lo que calificó como “un enfoque poco serio”.
Lavrov también agregó que Rusia se dio cuenta de que la OPAQ tomó algunas pruebas de Navalny. Rusia solicitó un acceso consular a Navalny, pero aún no se lo han concedido.
Los países europeos exigen “arrogantemente” a Rusia que investigue el caso sin aportar ninguna prueba, señaló Lavrov. “Alemania nos envía a La Haya [donde se encuentra la sede de la OPAQ], y La Haya nos envía a Berlín”, aseveró el alto diplomático ruso.
“Esperamos que nuestros socios comprendan la inutilidad de hablar con nosotros desde la posición de un ser superior que ni siquiera se molesta en responder preguntas legítimas basadas en convenciones internacionales y solo nos exige algún tipo de arrepentimiento de una manera tan arrogante”.
Navalny, de 44 años y crítico del presidente ruso, Vladimir Putin, se encontraba en un hospital alemán desde el 22 de agosto recibiendo tratamiento por envenenamiento grave.
El político enfermó el 20 de agosto en un vuelo desde la ciudad siberiana de Tomsk a Moscú. El avión hizo un aterrizaje de emergencia en Omsk y Navalny fue trasladado de urgencia a un hospital donde pasó dos días antes de ser enviado a Berlín para recibir tratamiento especial.
Berlín dice que se utilizó un agente químico neurotóxico en Navalny, una acusación que Moscú niega.
El agente neurotóxico Novichok fue identificado anteriormente en el envenenamiento en Inglaterra en 2018 de Sergei Skripal, un exespía ruso, y su hija, en otro caso en el que fue involucrado el Kremlin.
anadolu
Etiquetas: