La organización civil especializada en temas de transparencia, detectó que, en ese lapso, los ingresos petroleros cayeron casi 600.000 millones de pesos (unos 30.000 millones de dólares), alrededor de 13% del presupuesto de todo el gobierno mexicano en 2015. "Esta caída se debe al desplome de los precios del petróleo, pero también a la disminución de la producción mexicana de crudo", dice el informe. Además, la mayor parte del incremento en el gasto se destinó al rubro de "subsidios y transferencias", un aspecto del presupuesto que "carece de mecanismos adecuados de rendición de cuentas y controles necesarios para evitar su uso político", dijo Edna Jaime, directora general de México Evalúa, al presentar el estudio elaborado por la organización.

El análisis de la expansión del gasto público titulado "Las dos caras de tu moneda", revela que en esos años también aumentó el pago del costo de la deuda y de la burocracia, en cambio el gobierno mexicano recortó el monto destinado a la infraestructura federal. El análisis ha sido publicado en el marco de la implementación del nuevo Sistema Nacional Anticorrupción, aprobado por el congreso este año, señala "la urgencia de mejorar los controles al endeudamiento y la asignación y ejercicio de los fondos públicos". Menos ingresos y más gastos Los ingresos provenientes de la venta de petróleo ya no son la principal fuente de financiamiento del presupuesto público, detalló la investigadora, explicó Mariana Campos, coordinadora coautora del estudio. La aceleración del ritmo de crecimiento de la deuda pública en los años de Peña Nieto y la presión financiera cada vez más fuerte que enfrenta el gobierno de la federación mexicana, hace "urgente imponer una mayor disciplina presupuestaria a nivel federal", dice el informe.

Este boquete fue compensado en ese lapso en gran parte por los incrementos de 39% en la recaudación del impuesto sobre la renta y de 12% en la del impuesto al valor agregado, gracias a una reforma tributaria. El gobierno también ha tenido que incrementar los impuestos a las gasolinas —en una época de bajos precios del crudo—, y "recurrir a un tipo de ingresos particularmente opaco". Esos fondos provenientes de mecanismos poco transparentes "presumiblemente se obtiene mediante la colocación de deuda adicional y descapitalización de organismos públicos", que el gobierno llama “aprovechamientos”, y mediante el aumento importante del déficit presupuestal, recalcó Mariana Campos.

En esos cuatro años, el gasto del gobierno federal mexicano aumentó 597.000 millones de pesos (unos 30.000 millones de dólares actuales), es decir el mencionado 19%, mientras que la población solo creció 3.4% y la economía un 6,3% total en el mismo periodo. "De hecho, pese a haber anunciado un recorte para 2015, no solamente el gobierno no redujo el gasto ese año, sino que lo aumentó en 4,2%", reveló la experta. "Esto sentó un fuerte precedente que afecta la credibilidad en el manejo de la política fiscal", lamentó. "En la presente administración, el Gobierno Federal ha gastado cada vez más, pero no mejor", puntualizó Jaime.
Sputnik

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