Las primeras lluvias de otoño han sorprendido al metro de Madrid. Las goteras de las que se llevan quejando los pasajeros durante años han sido lo de menos: en esta ocasión, algunas vías se han convertido el 24 de septiembre en un canal veneciano.
Según ha ido anunciando la institución, una "incidencia" ha obligado a interrumpir el servicio en varias líneas durante más de media hora. La incidencia, han explicado, se debe a "la tromba de agua caída en Madrid".
Este imprevisto ha dejado a miles de pasajeros a la deriva. Hacia las 9:30 se ha detenido la circulación de trenes en la estación de Noviciado de la línea 2. Y, según ha informado Metro de Madrid en Twitter, también se ha interrumpido la circulación entre Lista y Goya, en la línea 4, durante una hora.
Ha habido más: en la línea 7 los convoyes no han podido hacer parada en García Noblejas y se ha anulado el servicio entre Estadio Metropolitano y Cartagena, que se ha recuperado una hora después aproximadamente, aunque los trenes seguían sin parar en Barrio de la Concepción. Tampoco han podido parar en una de las estaciones más céntricas de la ciudad, Plaza de España, que involucra a varias líneas (la 3 y la 10). En esta última se ha suprimido la circulación entre Tribunal y Batán.
Por su parte, las líneas C3 y C4 del servicio de Cercanías han sufrido demoras en ambos sentidos. Poco a poco, Metro de Madrid ha ido indicando la reapertura de algunas paradas. Esta normalización paulatina no ha impedido que algunos viajeros hayan grabado desde el andén las vías inundadas y las hayan compartido como queja o como chiste.
"Franco sigue inaugurando pantanos en Madrid", decía uno. "Metro de Madrid, vuela. ¿O era navega?", pregunta otro, en alusión al lema del transporte público de la capital. "Ahora tiene spa", se mofaba otro, mostrando cómo bajaba el agua por las escaleras. También se ha recordado la colocación de geles hidroalcohólicos del vicepresidente de la Comunidad, Ignacio Aguado, y se han hecho juegos de palabras con su apellido.
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