El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, señaló el lunes que apoyaría a Alemania para retirarse del gasoducto Nord Stream II, un proyecto en marcha entre Berlín y Rusia, pero afirmó que la nación europea podría ser demasiado "débil" en términos de seguridad energética para hacerlo.
Las declaraciones de Trump se dan luego de que la canciller alemana, Angela Merkel, no descartara reconsiderar el proyecto si Rusia no investiga el envenenamiento del líder opositor ruso, Alexei Navalny, quien se recupera en Alemania.
El mandatario reiteró que su administración ha aconsejado durante mucho tiempo a Berlín a reconsiderar el proyecto del gasoducto con Moscú.
“Pero no creo que Alemania esté en una posición (para retirarse) en este momento. Porque Alemania está en una posición muy débil energéticamente. Están cerrando todas sus plantas, están cerrando sus plantas nucleares, de carbón, están cerrando muchas plantas. Y se han puesto en muy mala posición", destacó el presidente estadounidense.
El gasoducto Nord Stream II, destinado a duplicar la capacidad anual actual de 55.000 millones de metros cúbicos del gasoducto Nord Stream I, es un proyecto conjunto de 1.200 kilómetros entre la empresa rusa Gazprom y cinco empresas europeas.
Los países a lo largo de la ruta de construcción, incluidos Alemania, Finlandia y Suecia, ya han otorgado permisos, y Dinamarca, que originalmente expresó su oposición al proyecto, acordó un permiso el año pasado.
Las solicitudes para retirarse del proyecto cobraron un nuevo impulso después de que Navalny, un fuerte crítico del presidente ruso Vladimir Putin, se sintiera enfermo el 20 de agosto en un vuelo a Moscú. Después de un aterrizaje de emergencia en Omsk, pasó dos días en un hospital ruso antes de ser remitido a Berlín para recibir tratamiento.
Las autoridades alemanas afirmaron haber encontrado rastros de "un agente químico nervioso del grupo Novichok" en las pruebas clínicas de Navalny.
El agente nervioso Novichok también se utilizó en el envenenamiento del exespía soviético Sergei Skripal, y de su hija, Yulia, en Salisbury en 2018, en un ataque perpetrado por la inteligencia rusa, según el Gobierno del Reino Unido.
El domingo, el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, advirtió sobre las posibles consecuencias.
"Espero que los rusos no nos obliguen a cambiar nuestra posición con respecto al Nord Stream II. Si no habrá ninguna contribución de la parte rusa con respecto a la investigación en los próximos días, tendremos que consultar con nuestros socios", enfatizó el diplomático alemán.
anadolu
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