Un enfermero de Texas (EE.UU.) encontró algo inesperado en el patio trasero de una casa que había comprado con la idea de repararla y venderla: una gran piscina completamente funcional escondida en el jardín.
John Reynolds, de 35 años, compró la propiedad, que estaba en ruinas, por poco menos de 20.000 dólares un año después de que su dueño anterior muriera, informa The Sun. El hombre dejó el patio trasero —que estaba hecho un desastre y cubierto de escombros— como lo último en su lista de prioridades, y comenzó con la restauración de la vivienda.
Solo cuando una gran tormenta llenó la vieja piscina hasta los bordes, desplazando parte de la basura y los escombros, descubrió el 'tesoro oculto', tres meses después de adquirir la casa.
John recibió una llamada de su vecina preguntándole si había visto la piscina. "Le dije: 'No sé de qué estás hablando, no tengo piscina, y ella dijo: 'sí, sí la tienes'", recuerda el hombre, añadiendo que se quedó de una piedra al ver que su vecina tenía razón.
El hombre pasó más de un año limpiando la basura, arreglando filtraciones y haciendo otras reparaciones en la piscina, que le costaron alrededor de 10.000 dólares, frente a los 155.000 dólares que requeriría instalar una nueva.
"Uno se siente como si hubiera tropezado con un billete de lotería ganador", confiesa el propietario, añadiendo que sus amigos y él usan la piscina cada día y ya no sabe si vender la casa, que le ha dado "tantas sorpresas", a pesar de que ahora vale más de 200.000 dólares.
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