Una jueza federal de EE.UU. ha ordenado este viernes a la Administración Trump que ponga fin a la práctica de retener a niños migrantes en habitaciones de hotel antes de expulsados sumariamente del país, en virtud de una restricción fronteriza sin precedentes a causa de la pandemia de coronavirus.
La jueza Dolly Gee del Tribunal de Distrito de EE.UU. en Los Ángeles dictaminó que los menores detenidos en estos hoteles tienen derecho a las protecciones legales consagradas en el Acuerdo de Resolución de Flores de 1997, que limita el tiempo y las condiciones en las que los funcionarios estadounidenses pueden detener a niños inmigrantes.
En este sentido, destacó que el uso de hoteles con fines de detención viola el acuerdo, porque las ubicaciones carecen de suficiente supervisión, licencias estatales para retener a menores y estándares para el cuidado de niños pequeños. Además, los menores han tenido que lidiar con un proceso "lamentablemente inadecuado" para buscar la ayuda de abogados, a quienes se les ha prohibido entrar en los hoteles, agregó la jueza, citando declaraciones de defensores que sostienen que tenían dificultades para llegar a los niños detenidos.
El Departamento de Seguridad Nacional debe dejar de colocar a menores en hoteles y transferirlos a instalaciones autorizadas antes del 15 de septiembre, declaró Gee, argumentando que las condiciones en los hoteles "no son lo suficientemente seguras y no tienen suficientemente en cuenta la vulnerabilidad de los menores no acompañados en detención".
La orden se aplica a los menores no acompañados y a los niños detenidos con familiares, y proporciona una excepción para las estadías de una a dos noches mientras los menores están en tránsito o antes de vuelos.
Más de 600 niños detenidos
Desde el pasado mes de marzo, contratistas privados que trabajan para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) han estado deteniendo en un sistema de hoteles a cientos de niños que llegan a la frontera sin sus padres o tutores legales. Los niños son luego enviados rápidamente de regreso a sus países de origen sin poder acceder al sistema de inmigración de la nación en virtud de una orden de pandemia de coronavirus. El Gobierno también ha estado deteniendo en hoteles a algunos niños con sus padres.
Según documentos judiciales, al 31 de julio, al menos 660 niños habían sido detenidos en hoteles por ICE, de los que 577 eran menores inmigrantes no acompañados. Los abogados han apodado estos hoteles "sitios negros" debido a lo difícil que es obtener información sobre los inmigrantes una vez que ingresan en el sistema.
La nueva orden no impide que la Administración Trump continúe expulsando rápidamente a los niños inmigrantes a sus países de origen, y se espera que la práctica continúe.
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