Sánchez y Casado chocan otra vez por la presencia de Podemos en el Gobierno

  03 Septiembre 2020    Leído: 700
Sánchez y Casado chocan otra vez por la presencia de Podemos en el Gobierno

El Gobierno desprecia las propuestas del líder del PP en relación con la creación de una Agencia para la recuperación económica y un Pacto de Sanidad.

La reunión de Pedro Sánchez y Pablo Casado en La Moncloa duró casi dos horas. Llevaban más de seis meses sin hablar cara a cara, pero las cosas no han cambiado demasiado. El entendimiento entre ambos sigue pareciendo una misión imposible, por mucho empeño que pusiera ayer el líder del PP en hablar de «horizontes de acuerdo» sobre la creación de una Agencia Nacional para la recuperación económica o para alcanzar un pacto por la Sanidad. La ministra portavoz se encargó después de echar un jarro de agua bien fría sobre esas expectativas y se centró en acusar al jefe de la oposición de no querer dialogar y continuar en la política «frentista».

El saludo de Casado y Sánchez fue frío y rápido, ambos con el codo, como se lleva ahora con la pandemia. Los dos llevaban mascarilla oscura, con una bandera de España. Eso sí, Casado a la derecha y Sánchez, a la izquierda. Seguramente fue la mayor coincidencia de toda la reunión.

El encuentro transcurrió con cordialidad. La relación personal entre ellos es «buena», al margen de las discrepancias políticas, como reconoce el presidente del PP. Nada que ver con el ambiente gélido que se respiraba cada vez que Rajoy y Sánchez se veían las caras y apenas tenían algo que decirse más allá del saludo. Casado aclaró después que no salía satisfecho del encuentro, sino «muy preocupado», porque el Gobierno había pasado del triunfalismo a la indolencia, con una gestión «muy mala» de la pandemia.

En las casi dos horas que duró la reunión, 30 minutos más que la del 17 de febrero, Casado dejó claro que el Gobierno no podrá contar con el PP para negociar los Presupuestos Generales del Estado de 2021, de los que aseguró que no conoce ni un solo papel. El motivo es la presencia de Podemos en el Gobierno de la Nación, un partido que, como recordó Casado, defiende un cambio de régimen político, la abdicación del Rey, la autodeterminación de Cataluña y el blanqueamiento de Bildu. El PP ve imposible llegar a un acuerdo mientras ese partido «radical» forme parte de la coalición del Gobierno. Tampoco entrará en una negociación para la renovación del Poder Judicial o de otros órganos que están pendientes de ponerse al día, como el Defensor del Pueblo.

Ahí el «no» del PP es rotundo, mientras Sánchez se siga apoyando en Pablo Iglesias. Si el presidente decidiera romper con el populista, el escenario cambiaría por completo. «La pelota está en el tejado de Pedro Sánchez y por nosotros no va a quedar», avisó.

Pero Casado se empeñó ayer en demostrar su disposición a «arrimar el hombro», como le había pedido Sánchez, para solucionar lo que llama problemas «reales». Aseguró que había visto un «horizonte de acuerdo» para crear una Agencia Nacional para la recuperación económica. A pesar de todos los portazos y silencios que ha recibido de Sánchez cada vez que le ha hecho una propuesta, el líder del PP salió convencido de que el jefe del Ejecutivo estaba dispuesto a impulsar una ley para aprobar esa agencia, con la que gestionar los fondos europeos para la reconstrucción.

Con cierto entusiasmo, Casado ofreció el apoyo del PP para aprobar la Agencia por procedimiento de urgencia, con el objetivo de «evitar discrecionalidad y clientelismo, con respaldo parlamentario y con la dirección de una persona independiente». Montero dejó claro después lo que le pareció esa idea a Sánchez, aunque no se lo dijera a la cara. La ministra portavoz despreció la propuesta y la calificó de «accesoria» y secundaria.

Casado también ve posible un pacto por la Sanidad. Confesó que ya le da igual que se llame «Pacto Cajal» o como prefiera Sánchez. Lo importante es que haya acuerdo. El líder del PP también cree que los dos grandes partidos irán juntos si hay que frenar a los independentistas catalanes ante un posible desacato.

El optimismo de Casado quedó aguado después por las palabras distantes de Montero. Fuentes del PP señalaron que «ante la mano tendida de Casado, el Gobierno ha quedado retratado». «Sánchez no ha presentado ni un solo papel a Casado, ni una sola propuesta, y Montero ha vuelto a atacar al PP».

«No está a la altura»

La portavoz del Gobierno compareció mucho más seria y con el ceño fruncido. Fue una intervención para acusar al PP de «obstruccionismo» y de «no estar a la altura». El Gobierno insiste en que Casado está «de espaldas al diálogo». «Decepcionante» fue el adjetivo que espetó Montero para valorar la reunión. «El Partido Popular ha dicho 'no' a la despolitización de la pandemia, creemos que seguirá utilizándola exclusivamente con intereses electorales», señaló Montero, que pidió una «reflexión» a Casado para que abandone el «marco de la pelea».

Además, acusó al PP de no querer «cumplir con el mandato constitucional» por su negativa a renovar órganos institucionales. «Esto no es una opción, es una obligación constitucional y llama la atención que un partido que se envuelve en la bandera, y que saca pecho defendiendo la Constitución, haga un enfrentamiento a la Constitución evitando cumplir con el mandato de renovación», acusó.

abc


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