Con periodistas de verdad. Con editores ficticios. Todo para camuflar sus objetivos: influir en la ciudadanía en redes sociales. Así lo cree Facebook en su defensa de la eliminación de una campaña de desinformación vinculada a «trolls» rusos atribuida a un portal de «fake news» llamado Peace Data. Los mismos que pudieron interferir en las elecciones estadounidenses de hace cuatro años.
La red social aseguró este miércoles que el FBI le notificó una investigación sobre el grupo ruso Internet Research Agency (Agencia de Investigación de Internet, IRA, según sus siglas en inglés), que supuestamente intentó interferir en las elecciones de 2016. Dos páginas y trece cuentas de la plataforma que se hacían pasar por periodistas reales fueron eliminadas por violar la política contra la «interferencia extranjera» en la plataforma. Nathaniel Gleicher, responsable de seguridad de Facebook, señaló en un comunicado que estaban involucradas en una campaña coordinada en el país.
Pero hubo algo más en este culebrón. Según un informe ( PDF) de Graphika, firma de investigación de redes sociales, un grupo de «trolls» -usuarios de identidad desconocida que publican mensajes provocadores- vinculados a Rusia prepararon un medio de comunicación digital que llegó a contratar incluso a periodistas, algunos estadounidenses, para intentar generar contenido informativo de dudosa fiabilidad. El sitio, llamado Peace Data, se lanzó este año y se ha centrado principalmente en temas relacionados con el medio ambiente y la corrupción política.
«Confirma lo que creo que todos hemos pensado: actores rusos están tratando de apuntar a las elecciones de 2020 y al debate público en los Estados Unidos», señala en declaraciones a la cadena «CBNC» Gleicher, al tiempo que dice, sin embargo, que la campaña de intoxicación «no ha funcionado realmente». «Puedes llevar a cabo una campaña como la que vimos en 2016, pero te descubren muy rápidamente, o puedes intentar algo mucho más sutil, que es lo que parece que están haciendo. Y ahí, incluso, te pillan», añade.
El informe destaca que la campaña de desinformación eliminada tenía como objetivo seducir a votantes de izquierda, señala Ben Nimmo, de Graphika. «La decisión de defender posiciones progresistas y atacar a políticos de centro-derecha indica un intento de atraer a audiencias de izquierda para futuras operaciones para influir», apunta. «Parece un intento de apuntar a votantes de izquierda acerca de una variedad de temas, pero la operación fue cancelada en sus primeras etapas y no obtuvo un impacto medible», explica Nimmo, quien cree que las actividades pretendían «dividir a los votantes demócratas».
Uno de los «editores» de Peace Data -recoge el informe- se hacía llamar Alex Lacusta, que se presentaba como editor en inglés y trató de compartir los temas del sitio en docenas de grupos de Facebook de tendencia demócrata, aunque esas publicaciones se compartieron menos de 200 veces. La investigación señala que se intentó contratar a profesionales de la información a través de Guru, plataforma de ofertas para «freelancers». Algunos de los periodistas de Peace Data eran reales, pero algunos de sus «editores» eran personas cuyas imágenes de perfil eran falsas o habían sido generadas artificialmente por herramientas de Inteligencia Artificial.
abc
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