La UE cambia la supervisión de los vehículos para evitar otro Dieselgate

  01 Septiembre 2020    Leído: 704
La UE cambia la supervisión de los vehículos para evitar otro Dieselgate

Aplica la supervisión comunitaria a las autoridades nacionales de homologación, podrá solicitar llamadas a revisión de coches ya en circulación e imponer sanciones de hasta 30.000 euros por vehículo.

Bruselas completa el nuevo puzzle regulatorio para evitar otro escándalo Dieselgate. Tras endurecer, hace tres años, las pruebas de emisiones que deben superar los nuevos vehículos, -con la introducción del nuevo WLTP-, desde este martes empezará a aplicarse el Reglamento de la UE sobre la homologación y la vigilancia del mercado de los vehículos de motor, que incrementa notablemente el poder de las autoridades comunitarias y contempla multas de hasta 30.000 euros por vehículo para los fabricantes que incumplan la normativa.

El nuevo reglamento, aprobado en mayo de 2018, revisa a fondo y endurece considerablemente el sistema anterior de homologación de tipo y de vigilancia del mercado. Busca mejorar la calidad y la independencia de la homologación de tipo y los ensayos de los vehículos, aumenta los controles de los automóviles que ya están en el mercado de la Unión Europea y refuerza el sistema general con una mayor supervisión comunitaria. Bruselas cobra así un poder sin precedentes en un ámbito que hasta ahora controlaban casi en exclusiva los Estados miembros.

«Los europeos esperan conducir los automóviles más limpios y seguros, lo cual presupone la realización de controles más estrictos. Y exige también una garantía de cumplimiento y una supervisión a nivel europeo», según Thierry Breton, comisario de Mercado Interior, que encuadra la iniciativa en «nuestros esfuerzos por restablecer la confianza de los consumidores, reforzar el Mercado Único y apoyar la viabilidad a largo plazo y la competitividad mundial de la industria europea del automóvil».

Los centros autorizados ya no examinarán únicamente vehículos pendientes de homologar, sino también unidades que ya estén en carretera. El reglamento obliga a los Estados miembros a someter a ensayo con regularidad un número mínimo de vehículos y podrán adoptar medidas de salvaguardia contra los no conformes en su territorio sin esperar a que actúe la autoridad que expidió la homologación de tipo, pudiendo impugnar la certificación conseguida en otro Estado miembro si detectan irregularidades.

También la Comisión podrá desde ahora ahora llevar a cabo controles de cumplimiento y conformidad de vehículos en laboratorios o en carretera. En caso de que los fabricantes incumplan la legislación en materia de homologación de tipo (por ejemplo, incorporen dispositivos de desactivación o declaraciones falsas), puede ordenar recuperaciones a escala de la Unión Europea -los conocidos como «recalls»- e imponer a tales fabricantes sanciones de hasta 30.000 euros por automóvil.

Además, para evitar acuerdos bajo mano con los fabricantes automovilísticos o una supervisión excesivamente relajada, los servicios técnicos que realicen ensayos e inspecciones de nuevos modelos de automóviles serán objeto de una auditoría independiente, y podrán ser sancionados si se detecta que no han realizado las pruebas de forma conveniente. En este sentido, cobrará una gran relevancia el Centro Común de Investigación (JRC), al que se ha dotado de nuevos recursos para que asuma un nuevo papel en la vigilancia del mercado, financiando el personal adicional necesario, costes operativos y la construcción de dos nuevos laboratorios.

Este nuevo reglamento contempla al que entró en vigor en septiembre de 2017 en lo referido a la medición de las emisiones en las pruebas de homologación, la primera respuesta comunitaria al escándalo de manipulación de emisiones Dieselgate. El protocolo WLTP reemplazó oficialmente al anterior procedimiento NEDC en septiembre de 2017 para los turismos y en septiembre de 2018 para los vehículos comerciales ligeros (clases II y III), en un proceso escalonado que se alargará hasta enero de 2021.

Para limitar cualquier confusión en los consumidores entre los valores NEDC y WLTP, se dispuso una fase de transición desde septiembre de 2017 hasta enero de 2021. Durante este período, y en función del país, los valores de consumo y de CO2 utilizados en las clasificaciones energéticas, folletos, dosieres comerciales y webs han sido los valores NEDC, los WLTP o ambos, pero siempre los mismos para todos los fabricantes del mismo país.

Este nuevo procedimiento establece condiciones de prueba más realistas para dar información más representativa a los clientes. Las condiciones son mucho más estrictas, con unas pruebas a mayor velocidad y un tiempo de ensayo significativamente más largo (30 minutos en lugar de 20). Y se realizan con todos los equipamientos opcionales del vehículo, puesto que elementos como por ejemplo el techo panorámico o las llantas tienen una influencia notable en el resultado.

abc


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