"Ha habido un cierto nivel de relajamiento entre la ciudadanía que ha permitido que se incremente la transmisión", afirmó en declaraciones a la Cadena Ser de radio el líder del Ejecutivo español.
Sánchez aseguró que hay "distintos motivos" detrás de los brotes de coronavirus que siguen aumentando en todo el país, pero consideró "obvio" que son las personas las que actúan "como vector de propagación del virus".
Sin embargo, el presidente español explicó que la incidencia del virus no es la misma en todas las regiones españolas y apuntó a que algunos territorios "tienen que mejorar" sus "capacidades estratégicas".
Madrid es actualmente uno de los puntos más afectados del país, con cerca de 15.000 contagios en la última semana y un 16% de camas de hospitales ocupadas por pacientes de COVID-19.
Sobre la situación en la capital española, Sánchez admitió que al Gobierno "le preocupa" el estado de su salud pública y pidió al Partido Popular, la principal fuerza de oposición y Gobierno de la capital, que "no se anteponga el interés partidista" frente al problema del virus.
"Estamos poniendo a disposición de Madrid recursos materiales y personales", dijo Sánchez, que llamó a los gobernantes regionales a "ejercer la unidad" en el contexto de la pandemia.
Pese al repunte de contagios en todo el país, el presidente español insistió en que los datos actuales, con más de 23.500 casos registrados solo en el fin de semana, "indican que nada tiene que ver la situación de hoy con la de marzo".
Sánchez se pronunció también sobre el inicio del curso escolar programado para mitad de septiembre, afirmando que "no existe riesgo cero" pero priorizando que los niños vuelvan a las aulas para evitar otros problemas como la "exclusión social".
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