Amenaza cumplida. TikTok ha presentado una demanda este lunes contra el Gobierno de Donald Trump por promulgar una ley que prohíbe a la aplicación de vídeos cualquier operación y transacción comercial en Estados Unidos. Una medida que ha provocado un cisma en la economía digital del que se ha tratado de resolver con la adquisición de la filial de ByteDance, empresa matriz, por parte de empresas estadounidenses.
La aplicación de vídeos, el fenómeno global del momento, ha argumentado que su actividad no supone una amenaza para la seguridad y que no ha podido defenderse de las acusaciones. En su demanda, la empresa china alega que la orden ejecutiva de Trump, firmada a principios de agosto, es «inconstitucional» y que «no se basa en preocupaciones genuinas de seguridad nacional».
La demanda, presentada en el Tribunal de Distrito Federal para el Distrito Central de Los Ángeles (California), representa un paso más en la disputa entre TikTok y la Casa Blanca. La empresa ha señalado que el veto de Trump tiene el «potencial de despojar a nuestra comunidad de los derechos sin ninguna evidencia que justifique una acción tan extrema y sin el debido proceso». «No ha podido probar las acusaciones», dice. La «app» ha asegurado que no se le ha pedido nunca que comparta datos con el gobierno chino pero tampoco lo haría en caso de que se los pidieran.
El Gobierno estadounidense ha defendido en los últimos meses que TikTok supone una «seria amenaza» para la seguridad nacional, acusandole además de recopilar datos de ciudadanos norteamericanos en favor del régimen chino. Para ello, se ha prohibido que haga negocio en el país a partir del 15 de septiembre. El principal objetivo es forzar su venta a una empresa estadounidense. Microsoft se ha mostrado, de hecho, interesada, aunque no se ha llegado a ningún acuerdo.
«Tenemos una comunidad próspera y estamos agradecidos con ellos», escribe la compañía china. «No tenemos más remedio que tomar medidas para proteger los derechos de nuestros usuarios y empleados». TikTok ha alegado también que la orden ejecutiva de Trump se ha aplicado «incorrectamente» al servicio porque no es un proveedor de telecomunicaciones, sino que se basa en una mera sospecha y en el objetivo de mantener alejadas de las cadenas de suministro estadounidenses a las empresas chinas como Huawei.
En su orden ejecutiva, Trump aseguró que TikTok crea «riesgos reales» para Estados Unidos, por lo que prohibió cualquier negocio con su empresa matriz, un movimiento que puede obligar a ByteDance a vender su servicio que acumula más de 1.000 millones de usuarios en todo el mundo. En Estados Unidos cuenta con más de 80 millones de usuarios y es, de lejos, una de las redes sociales que más ha crecido en los últimos años. Su fórmula de vídeos divertidos, secuencias de «playback» y bailes ha conquistado a las nuevas generaciones.
abc
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