Australia ha presentado este martes un informe oficial sobre los "extremos y extremadamente inusuales" incendios forestales que entre 2019 y 2020 destruyeron 2.476 casas y 5,5 millones de hectáreas de tierra solo en el estado de Nueva Gales del Sur, un nivel de devastación nunca visto en la historia del país.
La investigación determinó que el cambio climático "claramente jugó un papel" en las condiciones que provocaron los fuegos, que fueron de tal virulencia y magnitud que los métodos tradicionales de extinción de incendios a menudo fracasaron.
"Está claro que debemos esperar que vuelvan a ocurrir temporadas de incendios como la de 2019-20 o potencialmente peores", advirtieron los jefes de la investigación, el ex comisionado adjunto de la Policía de Nueva Gales del Sur, Dave Owens, y la exjefa científica del estado, Mary O'Kane, en su resumen de apertura.
El informe presenta 76 nuevas recomendaciones que el gobierno de Nueva Gales del Sur ya se ha mostrado listo para adoptar. Entre ellas se encuentran la creación de un gran centro para la investigación de incendios forestales, proporcionar formación que aumente las capacidades de las autoridades en la gestión de desastres naturales y medidas que ayuden a proteger el medio ambiente.
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