Turquía emitió ayer un nuevo boletín marítimo anunciando que un segundo buque de investigación, el «Yavuz», se incorpora a la operación de estudios en la costa frente a la isla de Chipre, lo que representa una respuesta hostil a las advertencias europeas contra esta operación en aguas reclamadas por Grecia. El mensaje turco indica que el buque estará acompañado por tres barcos de aprovisionamiento logístico y recomienda a todos los navegantes que se encuentren en las proximidades que se abstengan de acercarse. La marina de guerra turca publicó también ayer fotografías de unas maniobras en el Mediterráneo Oriental, después de un mensaje del presidente Recep Tayip Erdogán el sábado en el que se declaraba dispuestos a negociar pero no a retroceder en sus ambiciones.
El «Yavuz» es el segundo buque de investigación que ha desplegado turquía en la zona. El «Oruç Reis» se encuentra en el área entre Chipre y Creta, escoltado por barcos de guerra turcos, que a su vez están siendo vigilados de cerca por otros de la armada griega.
El viernes se celebró un consejo de ministros de Asuntos Exteriores especial en el que todos los países europeos manifestaron su apoyo a Atenas en estos momentos, aunque el único que ha enviado navíos de guerra a la zona ha sido Francia. Los ministros habían pedido a Erdogán que no tomase decisiones unilaterales que agraven la situación y la respuesta ha sido enviar un segundo buque de investigación que examina las posibilidades de extraer gas de la zona.
Hasta ahora, el Gobierno chipriota ha respondido a los anteriores boletines marítimos turcos (NAVTEX) aclarando que no son válidos puesto que se refieren a zonas que no le pertenecen.
Alianzas regionales
El conflicto se inició con la firma de un acuerdo entre Turquía y Libia en el que Ankara establecía unos límites muy amplios a sus aguas de interés económico exclusivo. La respuesta de Grecia fue firmar a su vez un acuerdo con Egipto en el que estos dos países comparten la mayor parte de la zona que reclama Turquía. La UE insiste en que la delimitación de fronteras marítimas no puede hacerse de forma unilateral.
Por otro lado, Francia y Chipre han anunciado la entrada en vigor de un acuerdo bilateral de cooperación en materia de defensa. Aunque el acuerdo data de 2017, su anuncio en estas circunstancias da la medida de las tensiones crecientes en la zona. Las relaciones entre Francia y Turquía se han deteriorado considerablemente a causa de la presencia militar de Ankara en el conflicto libio y los pasos dados por Erdogán para controlar Libia. Turquía ha respondido diciendo que el acuerdo militar franco-chipriota es un factor de inestabilidad. «El acuerdo en cuestión es contrario a los Tratados de 1960 y al equilibrio [en la zona de Chipre] establecido por estos tratados. Además, fomenta el riesgo de interrumpir los esfuerzos para garantizar la estabilidad y la seguridad en el Mediterráneo oriental», según dijo el portavoz del ministerio turco de Asuntos Exteriores.
Grecia ha pedido la convocatoria urgente de una cumbre europea para responder a Turquía, aunque por ahora la UE ha preferido dar un paso menos radical con la celebración de este consejo de ministros de Asuntos Exteriores el viernes.
Desde el anuncio de la decisión de volver a permitir el culto musulmán en la antigua basílica cristiana de Santa Sofía, las relaciones de Turquía con la UE no han dejado de deteriorarse. El sábado, Erdogán dejó claro que no retrocederá en la defensa de sus intereses en la zona.
abc
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