“Las estimaciones iniciales de las pérdidas sufridas por el Líbano superan los 15.000 millones de dólares, además de otras pérdidas materiales, daños al puerto y la necesidad de materiales de construcción para reconstruir los barrios destrozados por la explosión”, señaló Aoun durante una conversación telefónica con el rey Felipe VI de España.
El monarca aseguró que España envió ayuda de emergencia y continuará brindando asistencia para ayudar a que Líbano prevalezca después del accidente.
“El pueblo español se solidariza con el pueblo libanés en esta prueba que ha sufrido”, enfatizó Felipe.
Un comunicado de la Dirección General de Asuntos de Seguridad del Líbano anunció que al menos 3.972 edificios y 4.214 vehículos resultaron dañados por la explosión.
El estallido sacudió Beirut el martes 4 de agosto, después de que se incendiara una reserva abandonada de 2.750 toneladas de nitrato de amonio almacenado en el puerto de Beirut.La onda expansiva arrasó edificios cercanos y causó grandes daños materiales en la capital, dejando a cientos de miles de personas sin hogar.
La tragedia golpea el país en un momento en que Líbano estaba lidiando con una grave crisis financiera, junto con la pandemia de coronavirus.
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