Además tratará de mostrar el aumento de presencia de efectivos militares estadounidenses en Polonia como una prueba del compromiso de Washingoton con la región. Estos son, al menos sus objetivos declarados. Pero teniendo en cuenta el distanciamiento creciente entre Donald Trump y las autoridades de Bruselas, la presencia de Pompeo viene a recalcar la relación privilegiada que el Gobierno de EE.UU. se empeña en mantener con estos países del este.
El sábado cerrará su gira en Polonia y allí se reunirá con Andrzej Duda, recién reelegido en el cargo entre acusaciones de fraude, por parte de la oposición liberal, y al que mostrará su respaldo con la visita. Varsovia planea una nueva base militar para tropas estadounidenses y polacas que podría llevar el nombre de 'Fort Trump'. Duda ha ofrecido varios millones para arrancar el proyecto en una reciente visita a Washington y tropas estadounidenses y polacas llevan meses de maniobras militares conjuntas en el país.
Pompeo también se reunirá, mañana miércoles, con responsables de empresas tecnológicas checas y se con el primer ministro checo Andrej Babis. Su intención es plantear alternativas al suministro de gas ruso y seguramente volverá hablar de sanciones a las firmas que participan en la construcción del gasoducto Nord-stream 2, que facilitará la llegada de gas desde Rusia hasta el norte de Alemania.
abc
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