"Nuestros equipos en el terreno todavía están verificando los informes y tememos que el número de muertos entre la población de refugiados de Beirut de unas 200.000 pueda aumentar aún más", dijo el portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados, Babar Baloch, en una rueda de prensa.
Baloch aseguró que siete refugiados siguen desaparecidos y otros 124 resultaron heridos.
"Nuestra respuesta humanitaria inmediata a la trágica explosión cubre a toda la comunidad, incluidos los libaneses, los refugiados y los trabajadores migrantes. Se centra en los más vulnerables y en dos áreas principales: refugio y protección", dijo Baloch.
En la misma sesión informativa, Tamara Alrifai, portavoz de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), dijo que El Líbano no es nuevo en las crisis.
"Y los refugiados palestinos, la comunidad a la que mi agencia representa y para la que trabaja, no son nuevos en las tragedias. Son la comunidad de refugiados más antigua del Líbano.
"Y de alguna manera, todo lo que le sucede al Líbano también le pasa a los refugiados palestinos que viven allí en condiciones socioeconómicas mucho más vulnerables y precarias".
Alrifai confirmó que casi 200.000 refugiados palestinos viven en 12 campamentos en el Líbano.
El número de muertos por la explosión en el puerto de Beirut ha aumentado a 171 y unas 6.000 personas resultaron heridas.
La poderosa explosión del pasado martes sacudió la capital libanesa después de que se incendiaran 2.750 toneladas de nitrato de amonio almacenado en un depósito.
Pico de coronavirus
Jens Laerke, portavoz de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), señaló que "la emergencia en Beirut ha provocado que muchas medidas de precaución de COVID-19 se relajen, aumentando las perspectivas de una mayor tasas de transmisión y una gran cantidad de casos en la próxima semana".
"Crece la preocupación de que los daños en el puerto de Beirut exacerben la inseguridad alimentaria, que ya estaba creciendo en medio de la pandemia de COVID-19 y la prolongada crisis socioeconómica", agregó.
Elisabeth Byrs, portavoz del Programa Mundial de Alimentos, dijo que traerán un suministro de harina de trigo y granos para tres meses para panaderías y molinos, para ayudar a protegerse contra la escasez de alimentos en Líbano mientras el país reconstruye su puerto principal.
"Los silos de granos han sido destruidos en su mayoría, lo que ha provocado temores de que los precios de los alimentos se disparen", señaló, y agregó que el primer envío de trigo llegará dentro de 10 días.
anadolu
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