En los artículos se escribe sobre la provocación militar de las fuerzas armadas armenias en julio de este año y el intento de tomar las posiciones favorables de Azerbaiyán en la dirección de la región de Tovuz en la frontera entre Azerbaiyán y Armenia utilizando artillería. Se señaló que los oleoductos Baku-Supsa (833 km), Bakú-Tiflis-Ceyhan (1768 km) y la infraestructura de petróleo y gas Bakú-Tiflisi-Bakú, ubicada a pocos kilómetros de Tovuz, brindan seguridad energética a los socios de Azerbaiyán en la región y los países europeos. El gasoducto Erzurum (692 km) está abiertamente apuntado.

El embajador destacó que, ante el ataque de las fuerzas armadas armenias, el ejército azerbaiyano se vio obligado a tomar las medidas adecuadas y responder a esta nueva agresión contra la integridad territorial de Azerbaiyán.

El artículo reza que los ataques de las fuerzas armadas armenias contra civiles son muy preocupantes. En las batallas en dirección a Tovuz, junto con los militares, un civil murió y la infraestructura civil resultó dañada.

El gasoducto alternativo, construido con el apoyo financiero activo de Azerbaiyán, está a punto de abrirse y han comenzado los suministros. El gasoducto garantizará la seguridad energética a largo plazo de la UE mediante la diversificación de las fuentes y rutas de suministro de gas a los mercados europeos.

"Por lo tanto, no es necesario ser un genio para comprender que Azerbaiyán no está interesado en intensificar el conflicto en la región. Sin embargo, con provocaciones, Armenia está tratando de desacreditar a Azerbaiyán como un proveedor confiable de gas y dañar la economía azerbaiyana tanto como sea posible ", afirmó el embajador.

Señaló que estas provocaciones prueban una vez más que el liderazgo armenio no está interesado en resolver el conflicto en la región de Nagorno-Karabaj de Azerbaiyán y sus alrededores. En lugar de mantener conversaciones sinceras con Azerbaiyán, Armenia aprovecha la indiferencia de la comunidad internacional, la pasividad y la indecisión de los copresidentes del Grupo de Minsk. Busca consolidar las consecuencias de la ocupación y continuar la depuración étnica, así como frenar el proceso de negociación y evitar cualquier solución al conflicto.

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