El castillo de naipes sobre el que el mal llamado «fútbol no profesional» y el amateur habían construido un calendario imaginario para la próxima temporada se tambalea desde que el viernes la Federación Española anunciara para hoy una reunión en la que se estudiará «cómo y cuándo podrán iniciarse las competiciones nacionales oficiales, de carácter no profesional, garantizando la salud de los participantes». Finales de noviembre o incluso enero de 2021 cobran fuerza como alternativa después de que expertos sanitarios hayan alertado de que la pandemia puede complicarse a partir de septiembre, un mes que parece descartado ahora para el inicio del fútbol.
Error de concepto
La preocupación apodera especialmente de la Segunda división B, categoría en la que las plantillas son profesionales, como en Primera y Segunda, aunque el músculo económico de los clubes no es, ni mucho menos, el mismo. «Están equivocados, nuestro fútbol es profesional, el 95 por ciento de los elementos que formamos esta categoría vivimos del fútbol. Somos igual de profesionales que un constructor, una administrativa o un carpintero, todos pagamos la Seguridad Social. Queremos trabajar. No entiendo que si otras actividades están teniendo su curso adaptado a la nueva normalidad, nosotros no podamos tenerlo», reivindica a este periódico Jorge González Rojo, director deportivo del CD Guijuelo. «Retrasar el inicio sería ya no sólo muy injusto, sino que lo veo muy arriesgado para el país porque muchas familias dependen del balón».
O todos o ninguno. Lo que más indigna en esta categoría es el diferente trato que recibe respecto al fútbol de las estrellas y los mensajes de jugadores, entrenadores y dirigentes se han sucedido en las redes sociales durante el fin de semana. «Ya está bien de ver al fútbol de Segunda B como amateur. Seguridad Social, 370.000 euros; IRPF, 280.000 euros; 48 trabajadores dados de alta en la Seguridad Social y otros puestos de trabajo indirectos. Si no se puede jugar por salud, no se juega, pero amateurs no somos», se lamentó Manuel Gómez, presidente del San Fernando.
A la espera de la decisión de hoy, Racing de Santander, Murcia, Olot, Guijuelo y Llagostera son algunos de los equipos que han cancelado el inicio de la pretemporada programada para este lunes. Otros como UCAM Murcia o Córdoba llevan días trabajando en base a ese calendario extraoficial que apuntaba al 26-27 de septiembre como fecha de inicio del curso. Retrasar la Liga a noviembre o enero supondría un vuelco a la planificación deportiva y un palo para las directivas en época de renovación de abonos. «Con esta incertidumbre, está todo muy parado. No llevamos ni el 15 por ciento de abonos que a estas alturas del pasado año», reconoce a ABC el presidente de un equipo de Tercera división.
«No de podemos seguir así»
El enfado de Sascha, delantero del Llagostera, es el de muchos «profesionales» de Segunda división B. «Es una vergüenza que después de tanto tiempo aún se plantee el no iniciar la competición. En esta categoría, el 95 por ciento de jugadores tienen el fútbol como trabajo y única fuente de ingreso. La dedicación que requiere sí es profesional, aunque luego se hable de fútbol amateur», asegura el goleador. «No podemos estar más tiempo sin poder trabajar, mi familia, como la de muchos otros, depende de ello», añade. «Lo que no puede ser es que, después de tantos meses, no se hayan aún contemplado todos los escenarios posibles y adaptado medidas en cada uno de ellos. Seguimos sin planificación real alguna y sin poder trabajar con todo lo que conlleva eso...», afirma el atacante catalán.
El CSD, sin embargo, ha pedido prudencia a las federaciones, no solo a la de fútbol, a la hora de reanudar las competiciones no profesionales porque al Gobierno le inquieta el movimiento constante de personas que genera la competición. Juveniles, cadetes y el resto del fútbol formativo también dependen de la reunión de hoy. Para muchas escuelas de fútbol que viven de las cuotas que pagan sus jugadores, prolongar el parón puede suponer un golpe casi definitivo. «No empezar en septiembre sería insostenible a nivel económico. Las partidas económicas dirigidas a la cantera suelen sustentarse principalmente en cuotas y patrocinios, que también se han resentido»,afirma José Antonio Indalecio Céspedes, responsable de la cantera del CD El Ejido, nuevo equipo de Segunda B. «A nivel deportivo también sería muy difícil continuar con el trabajo en nuestras estructuras ya que no existiría la captación ni la tecnificación, debiendo basar la planificación de la próxima temporada en bases de datos que estarían obsoletas porque los jugadores van evolucionando con el trabajo diario y este trabajo que ya no existiría», explica. Como él, todo el fútbol español de Segunda B espera atento a la decisión que se tome hoy.
Con precaución
También en otras categorías como la Tercera división. El futbolista que más tiempo lleva en ella es Paco Septién, defensa del Almansa que también muestra a ABC su opinión sobre un posible retraso en el inicio de la temporada hasta 2021. «Deportivamente, esa demora puede hacer mucho daño a los clubes por el tema de los contratos, pero no es menos cierto que es muy difícil pensar que nadie se pueda contagiar si no existen unas garantías sanitarias adecuadas. Todos tenemos muchísimas ganas de empezar, pero con mucha precaución», reclama el zaguero albaceteño.
En la Primera extremeña milita el CD Zarzeño, que también mira el futuro con preocupación ante la amenaza del retraso en el inicio de la Liga. «Los clubes que no hemos jugado playoffs de ascenso llevamos cinco meses “parados”, sin entrenamientos. Un retraso provocaría la desconfiguración o desestructuración de muchos conjuntos modestos. Los jugadores se desconectarían de la disciplina y la afición del día a día con el fútbol de pueblo», explica José Luis Mansilla, el community manager de la entidad pacense.
«Económicamente, ese retraso tendría menos impacto que en otras entidades de categorías superiores porque, al igual que los ingresos son menores, también los gastos son inferiores. Los futbolistas, hasta el momento, cobran por objetivos. No perciben fijos al mes. Al final si no hay fútbol, no hay resultados, y sin resultados no hay pagos. Pienso que sufriríamos más en lo deportivo, los futbolistas perderían su disciplina. El entrenamiento en el verde es fundamental. Quizás, “vaticinando el futuro” en lo económico, muchos abonados se desconectarían al estar casi un año sin fútbol», concluye.
abc
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