En una entrevista con el canal, Khaled dijo que dos de sus hermanos continúan retenidos en Arabia Saudita y recordó que su padre interpuso una demanda judicial contra el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammad bin Salmán, ante un tribunal federal estadounidense.
Khaled aseguró que hace dos semanas él también empezó a recibir amenazas de muerte como las que recibe su padre y aseguró que teme por su vida.
El hijo del exagente saudita señaló que los servicios de inteligencia de Estados Unidos y Canadá están al tanto del asunto.
Khaled explica que la justicia es el único camino que les queda para acabar con la “tortura” que sufre su familia y añade que espera que sus hermanos sean liberados y que se le asigne protección a su padre.
“Nosotros amamos a nuestro país. Esperamos que la otra parte acuda (a los tribunales) a defender sus acusaciones (contra nosotros). No hace falta secuestrar a las personas o mandar un escuadrón de asesinato”, dijo Khaled.
Saad asegura que un escuadrón de asesinato viajó desde Arabia Saudita a Canadá para tratar de matarlo pocos días después de que el periodista saudita Jamal Khashoggi fuera asesinado por miembros del mismo grupo en el Consulado General de Arabia Saudita en Estambul, el 2 de octubre de 2018.
El exagente saudita acusa a Salman de enviar al escuadrón poco más de un año después de que huyera de Arabia Saudita en 2017 y rechazara regresar a pesar de la insistencia del príncipe heredero.
En su demanda, Saad también nombra a numerosos presuntos conspiradores, incluidos dos de los hombres acusados de estar detrás del asesinato de Khashoggi.
El Gobierno saudita en Riad, su embajada en Washington y la fundación sin fines de lucro del príncipe heredero no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Nueve meses antes de que Saad denunciara la llegada del escuadrón saudita a Canadá para matarlo, agentes del FBI advirtieron a su hijo sobre las amenazas contra Saad y su familia.
Un asesor de Saad dice que los detalles sobre los integrantes del escuadrón que volaron a Canadá provienen de fuentes de inteligencia occidentales e investigadores privados. Los miembros del escuadrón fueron devueltos en el aeropuerto.
Tanto la CIA como el FBI también se negaron a hacer comentarios sobre el asunto.
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