Los representantes de varios partidos políticos hablaron sobre la situación del país por cuenta de la pandemia global del coronavirus COVID-19. También se refirieron a la implementación del acuerdo de paz firmado en 2016, al momento difícil que vive la economía, a la defensa de temas ambientales y a los problemas que enfrentan las poblaciones minoritarias y más vulnerables, entre otros.
Pero un asunto que no quedó por fuera de las palabras de la oposición fue el de la polémica que atraviesa Colombia luego de que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) decidiera darle casa por cárcel al mentor político del presidente, el exmandatario y hoy senador Álvaro Uribe Vélez, por una investigación sobre soborno de testigos.
El primero en dirigirse a la opinión pública fue el senador Gustavo Petro, quien inició su discurso afirmando que “se ha quintuplicado el número de personas contagiadas y muertas en Colombia debido específicamente a la incapacidad de un Gobierno para enfrentar la pandemia”.
Petro añadió que en Colombia el virus ha “tenido más poder mortífero que en la mayor parte del mundo debido a un sistema de salud que ha girado en torno a los negocios particulares, a la destrucción de la red pública y al empobrecimiento de un personal de salud escaso para las necesidades”.
“Somos uno de los países con más bajo porcentaje de médicos y enfermeras por cada mil habitantes en todo el planeta Tierra (…) Somos uno de los países con mas contagios y muertos por COVID-19. Hoy se desploman la vida y las ganancias. Escogimos el peor de los caminos. Colombia está arruinada”, lamentó.
Pero el senador opositor y excandidato presidencial fue más allá y aseveró que Iván Duque “decidió seguir el camino mortal de (Donald) Trump y de (Jair) Bolsonaro y lanzar a la gente a las calles para garantizarle las ganancias a otros y la muerte en las casas, porque la mayoría de los muertos por COVID no llegaron a una unidad de cuidado intensivo”.
Al tiempo, criticó la postura del mandatario colombiano al expresar su defensa y confianza en el también senador Uribe.
“Duque mientras tanto solo atina a ver cómo salvar a su jefe de su propio accionar y destruir las instituciones. El jefe, el de Duque, con su propia pólvora se quemó al intentar lanzarla. Ahora quieren que por eso el país se destruya y dinamite su justicia, sus instituciones, con extremismos de vestido negro, claman por destruir la Constitución del 91 (…) Ha demostrado total incompetencia histórica en un momento tan crítico de nuestra sociedad”, expresó.
También reprobó los “ataques” contra la CSJ y las propuestas de reformar la justicia y de llamar a una Constituyente.
"Pero la codicia puede más en los sectores que hoy prefieren lanzar comunicados insultando a la Corte Suprema de Justiciaque sacrificar utilidades en aras de la vida del pueblo colombiano. En la cúspide de la pandemia asolando nuestras tierras, el uribismo se lanza a priorizar el ataque contra las instituciones de la Constitución de 1991 y de la Paz. (…) No les importa ni la enfermedad, ni el asesinato sistemático de los líderes sociales y de la paz. Parecieran solo querer venganza ante el encarcelamiento de su jefe”, ratificó.
Otros senadores que intervinieron, como Feliciano Valencia, del Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS), criticó la “omisión institucional” de “dejar de atender y apoyar a comunidades del pueblo indígena, considerados sujetos colectivos de especial protección”.
“Detenga la matanza señor presidente. Atienda la pandemia, que nos ha cobrado 244 miembros indígenas, 7.093 contagiados, 420.158 familias en riesgo de contagio, 69 pueblos afectados”, señaló, al reiterarle la exigencia de que “gobierne para todos y no para un solo sector”.
Otros legisladores como Aida Avella, David Racero, Susana Muhamad o Gustavo Bolívar, por mencionar algunos, rechazaron las iniciativas y propósitos que ha adelantado el actual Gobierno y que habían sido negados en campaña, como el fracking y un proyecto minero en el emblemático Páramo de Santurbán, entre otros.
“Usted es un gobernante que dice una cosa y hace la otra. Eso no podemos permitirlo”, dijo Avella.
Racero, entre tanto, definió “estos dos años (de administración) como una ausencia absoluta de agenda de país, sino que ha ofrecido una agenda de gobierno”.
anadolu
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