Aquel 7 de agosto de 1819, el Ejército Libertador liderado por Simón Bolívar y conformado por 2.850 hombres, entre quienes había neogranadinos, ingleses, indígenas, negros y llaneros venezolanos, vencieron a las tropas del Ejército Realista, con 2.670 integrantes, logrando la rendición de los españoles.
Hoy, 201 años después, sin desfiles y en medio del confinamiento por la pandemia global del coronavirus COVID-19, la celebración anual se trasladó del puente de Boyacá, en el departamento homónimo, a la capital del país, Bogotá, a 110 kilómetros de allí.
Desde la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova, el presidente colombiano, Iván Duque, quien cumple dos años de su Gobierno, celebró el histórico momento.
“Esta es una ceremonia atípica, estamos celebrando el aniversario de nuestro glorioso Ejército en medio de un momento desafiante para el mundo y para nuestro país, como es enfrentar la primera gran pandemia de la globalización”, destacó el mandatario colombiano al inicio del acto.
A lo largo de su discurso, Iván Duque alabó la labor de las Fuerzas Militares, pero también destacó -aunque sin mencionarlo directamente- la figura del expresidente Álvaro Uribe Vélez, hoy con una medida de casa por cárcel por una investigación por manipulación de testigos, al resaltar su política de Seguridad Democrática, con la cual asegura que se le hizo frente a la “criminalidad, el narcotráfico” y otros delitos.
“Hoy le agradecemos su entrega más que nunca, resaltamos sus virtudes más que nunca. Y hoy en dos años de nuestro gobierno, exalto cómo han contribuido todas la Fuerzas Militares de Policía para que hayamos consolidado la tasa de homicidios, de secuestros, de incautaciones, que hayamos consolidado la tasa de cultivos ilícitos más baja de la historia del país”, señaló.
En ese sentido, Duque hizo referencia a la polémica que vive el país luego de la decisión de la Corte Suprema de Justicia de dictar detención domiciliaria contra Uribe, se refirió a su apoyo claro y expreso hacia el hoy senador y mencionó la molestia desde el uribismo ante dicha medida.
Trabajaremos por “Instituciones independientes, que sepan responder al clamor del ciudadanos. También hoy elevamos nuestra voz para que se mantenga el espíritu de saber distinguir y reconocer quien le sirve a la Constitución de quien intenta mancillarla”, expresó.
Asimismo, destacó sus resultados en materia de “legalidad”, reducción de homicidios y secuestros, en la lucha contra las drogas y los “avances en la lucha contra la corrupción”, entre otros.
Pero, adicionalmente, enfatizó en una propuesta que ha planteado el partido oficialista, el Centro Democrático (CD), desde el inicio de su Gobierno: una reforma a la justicia “que apele a la selección del mejor personal, a las garantías procesales, la presunción de inocencia y el derecho de los ciudadanos de tener una justicia pronta”; esto, en clara alusión a la situación jurídica de Uribe Vélez, líder de dicho partido.
“Colombia hoy quiere dar ese paso y tenemos que dar ese paso institucional”, dijo. Y agregó: “Estamos luchando para liberar nuestro país de la criminalidad, del odio, de la demagogia, de los discursos que invitan a la fractura, al odio de clases, a la amenaza institucional, los que invitan a que todo orden se fracture para satisfacer espíritus individuales para servirse del poder. Hoy Colombia sabe con plenitud que las circunstancias del momento nos invitan a actuar en equipo, con este tricolor como símbolo de unidad”.
Durante la ceremonia, el presidente colombiano impuso las insignias y entregó los bastones de mando de los ascensos, en el grado de general, al cuestionado mayor general Eduardo Enrique Zapateiro, comandante del Ejército, al mayor general Jorge León González, y otros cuatro oficiales, aprobados en días pasados por el Senado.
El Puente de Boyacá, sobre el río Teatinos, donde se libró la batalla que selló la Independencia, es un Bien de Interés Cultural del Ámbito Nacional.
Los patriotas comandados dirigidos por el Libertador Simón Bolívar triunfaron 13 días después de hacerlo en el Pantano de Vargas.
Según los historiadores, terminada la batalla, 250 hombres realistas y 66 patriotas yacían en el campo de batalla entre muertos y heridos.
anadolu
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