En un lado de la pista el número 2 del mundo prepara el saque. Al otro aguarda atento Carlos Moyá. «Como a todos, el confinamiento me ha pasado factura, pero también he sacado de él un lado positivo: el tiempo que he podido tener para pensar cómo se pueden hacer las cosas mejor y cómo podemos construir el mundo que queremos», afirmó, no sin antes cubrirse con la mascarilla. Deslizó que este paréntesis no le ha venido nada mal para dejar descansar su rodilla.
Entre los embajadores de «Go, Spain» figuran actrices como Cristina Castaño o Teresa Riott -conocida por interpretar a Nerea en la serie «Valeria»- deportistas como la jugadora de balonmano Eli Pinedo y músicos como los integrantes del grupo Dvicio. «¿Pero, vosotros no erais cinco?» Bromeó sorprendido Rafa, ante la falta de dos de sus miembros.
Rafa Nadal, en su academia de Manacor
Durante todo el encuentro, primó la distancia de seguridad. Rafa Nadal habló desde la propia pista mientras que el público permanecía en la grada. Foto de grupo con el tenista separado y por supuesto nada de selfies. Siempre precavido y muy concienciado con la actual situación sanitaria, ha manifestado que le asusta mucho el contagiarse. De hecho, estos días la prensa deportiva continúa desgranando los motivos de su renuncia al US Open. Entre ellos figura el no querer cruzar al charco sin las garantías sanitarias suficientes, temas profesionales y también de calendario. En Mallorca, el tenista se siente seguro y su corazón le dicta que lo mejor es no competir hasta 2021.
Su cabeza está ahora puesta en los entrenamientos y su academia, que acaba de cumplir cuatro años. Durante el confinamiento, muchos alumnos extranjeros no pudieron regresar a casa y se reforzó la plantilla para poder hacerse cargo de ellos. Siempre habla con orgullo de este proyecto. «Yo he sido joven y sé la dificultad que le acarreó a mis padres poder ayudarme a intentar cumplir mi sueño. Al final era el colegio por un lado, el entrenamiento por otro, torneos en otro lado, con lo cual eran muchas cosas y muy complicadas y les llevaba muchísimo tiempo».
Estas últimas semanas también se ha oxigenado cambiando la raqueta por los palos de golf en el campo de Capdepera. El resultado ha sido un cuarto puesto en el Campeonato de Baleares.
Amante del mar, el sol y la tranquilidad, su nuevo yate «Great White», valorado en cinco millones de euros, le aguarda atracado en el club náutico de Porto Cristo, para seguir aprovechando este agosto tan diferente para todos.
abc
Etiquetas: