El belga ya se perdió el tramo final de la Liga por culpa de los dolores en su tobillo, golpeado con reiteración por los rivales entre quiebro y quiebro y operado el pasado mes de marzo en Dallas. Así las cosas, y pese a que su concurso es una prioridad para Zinedine Zidane, la participación del ex del Chelsea en el Etihad, no digamos decisiva, empieza a antojarse una quimera.
El Madrid tiene dispuesta una batería de opciones que, como han hecho durante casi toda la temporada, vienen compensando la ausencia de quien estaba llamada a ser la estrella ofensiva del conjunto blanco. A Benzema, el único fijo en la última línea y el que se ha tornado como verdadero estilete de referencia para los de Concha Espina, debería acompañarlo al menos uno entre Asensio y Vinicius, si no los dos.
En el caso de que uno entre el mallorquín y el brasileño partiesen desde el banquillo, la vacante, salvo sorpresa con Rodrygo, sería para un cuarto centrocampista, presumiblemente Isco o Valverde para acompañar a Casemiro, Kroos y Modric.
abc
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