Según el canal, los científicos del Centro Nacional de Investigación Médica Internacional de Japón descubrieron la relación entre la concentración de marcadores de daño renal —las proteínas L-FABP contenidas en la orina con un bajo suministro de oxígeno— y los cambios en los síntomas de los enfermos del COVID-19, que inicialmente eran leves.
Las pruebas realizadas a 41 personas demostraron que de 13 personas con una mayor concentración de la proteína L-FABP en la orina, ocho se sintieron peor en una semana y dos de ellas requirieron ventilación pulmonar.
Al mismo tiempo, los síntomas de otras 28 personas, cuya concentración de la proteína L-FABP en la orina no superó la norma, no empeoraron.
Al mismo tiempo, un aumento en la concentración de la proteína L-FABP ya de por sí es una señal de daño renal agudo, lo que plantea un riesgo de complicaciones.
Según médicos, el nivel de L-FABP en la orina de personas sanas es de 16 nanogramos por mililitro.
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