El estudio, publicado en British Journal of Nutrition, se concentró en analizar los efectos en la salud del azúcar añadido —azúcar agregado a los alimentos y bebidas procesados durante su fabricación—, en particular, de la sacarosa. Los resultados de la investigación revelaron que el 5% de los participantes que tuvieron un 15% de la ingestión diaria de calorías a partir de la sacarosa, presentaron un aumento de un tercio en el riesgo de sufrir un infarto de miocardio. Pese a que disminuir el consumo de azúcar puede ser benéfico para la salud de manera general, los autores del estudio subrayaron que los resultados no son suficientes para establecer una correlación entre la cantidad de sacarosa ingerida y las enfermedades coronarias.
Sputnik
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