Primer ministro canadiense se acusa de nepotismo con un contrato multimillonario

  02 Agosto 2020    Leído: 527
Primer ministro canadiense se acusa de nepotismo con un contrato multimillonario

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, compareció ayer ante un combativo comité parlamentario para intentar evitar que el creciente escándalo de un supuesto conflicto de intereses que afecta directamente a su familia hunda su Gobierno y provoque una moción de censura.

Trudeau pasó 90 minutos sometido a un aluvión de preguntas por parte de los diputados de la oposición sobre la decisión de su Gobierno de conceder un multimillonario contrato a una organización sin ánimo de lucro, WE Charity, con vínculos con el gobernante Partido Liberal y que contrata a la madre, hermano y esposa del primer ministro.

Trudeau, que ha reconocido que tendría que haberse recusado de la decisión para conceder a WE Charity el contrato para la gestión de un programa de 900 millones de dólares canadienses (670 millones de dólares estadounidenses), defendió una y otra vez que la organización no recibió un trato favorable por su relación con su familia, según informa Efe.

«WE Charity no recibió ningún trato prefrente. No lo recibió de mí ni de nadie», declaró Trudeau. «Cuando supe que WE Charity era la organización recomendada, me resistí», afirmó.

Trudeau volvió a entonar un «mea culpa» pero no por el supuesto conflicto de intereses en el que incurrió sino por la «percepción». «No estaba en una posición de conflicto de intereses. Me disculpé por la percepción de los lazos con mi familia. Me debería haber recusado», dijo.

Y añadió: «Sí, ahora me doy cuenta de que me debería haber recusado».

Trudeau se negó a contestar cuánto dinero ha recibido su familia de WE Charity por su participación en actos de la organización que se dedica al desarrollo de oportunidades para jóvenes. Pero medios de comunicación han señalado que la cifra en total puede rondar los 300.000 dólares canadienses (unos 224.000 dólares estadounidenses).

Sin mayoría absoluta

La comparecencia de Trudeau -es inusual en el mundo político canadiense que un primer ministro comparezca ante comités parlamentarios porque no tienen la capacidad de forzar su presencia- en vez de apaciguar la tormenta que se inició hace cuatro semanas, agitó aún más las aguas.

Los partidos de la oposición rápidamente subrayaron posibles contradicciones en el testimonio de Trudeau y de su jefa de Gabinete, Katie Telford, quien también compareció ante el comité después de la aparición del primer ministro.

Trudeau no tenía más remedio que comparecer ante los diputados del comité de Finanzas del Parlamento canadiense porque por un lado es la tercera vez que es investigado por el comisario de Ética del Parlamento por conflictos de intereses. Pero, lo que es más importante, las encuestas señalan que el escándalo está empezando a minar su apoyo entre los electores. Y eso es algo que Trudeau y los liberales no se pueden permitir porque en las elecciones de octubre de 2019 perdieron la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes.

Los liberales sólo tienen 156 de los 338 escaños de los Comunes, lo que permitiría a los tres principales partidos de la oposición presentar y ganar una moción de censura.

Hasta ahora, ni el Partido Conservador (PC) ni el soberanista Bloque Quebequés (BQ) ni el socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD) tenían interés en unas elecciones anticipadas porque la gestión de la crisis de la Covid-19 había impulsado a Trudeau y los liberales en las encuestas.

efe


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