Casi siete millones más de niños menores de cinco años podrían morir desnutridos debido a la pandemia

  28 Julio 2020    Leído: 837
Casi siete millones más de niños menores de cinco años podrían morir desnutridos debido a la pandemia

Cada vez más niños y mujeres sufren emaciación debido al deterioro de la calidad de sus dietas.

Unos 6,7 millones más de niños menores de cinco años podrían padecer emaciación y, por lo tanto, sufrir una desnutrición peligrosa en 2020 como resultado del impacto socioeconómico de la pandemia de COVID-19, ha denunciado el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

La emaciación es una forma de desnutrición que pone en peligro la vida de los niños, dejándoles demasiado delgados y débiles. No solo aumenta sus posibilidades de morir, sino que provoca deficiencias en su crecimiento, desarrollo y aprendizaje.

Según UNICEF, incluso antes de la pandemia de COVID-19, 47 millones de niños ya sufrieron emaciación en 2019. Si no se toman acciones urgentes, el número global de niños que sufre emaciación podría llegar a casi 54 millones en el transcurso del año. Esto llevaría la emaciación global a niveles que no se han visto este siglo.

Además, según un análisis publicado en 'The Lancet', el 80 por ciento de estos niños sería de África subsahariana y Asia meridional. Más de la mitad sería del sur de Asia.

El análisis de 'The Lancet' revela que la prevalencia de la emaciación entre los niños menores de cinco años podría aumentar en un 14,3 por ciento en los países de ingresos bajos y medios este año, debido al impacto socioeconómico de la COVID-19. Tal aumento de la desnutrición infantil se traduciría en más de 10.000 muertes infantiles más por mes, más del 50 por ciento de ellas en África subsahariana.

«Han pasado siete meses desde que se informó de los primeros casos de COVID-19 y es cada vez más evidente que las repercusiones de la pandemia están perjudicando a los niños más que la enfermedad en sí», ha asegurado la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.

«Las tasas de pobreza familiar y de inseguridad alimentaria han aumentado. Los servicios esenciales de nutrición y las cadenas de suministros han sufrido cortes. Los precios de los alimentos se han disparado. Como resultado, la calidad de la dieta de los niños ha empeorado y la tasa de desnutrición aumentará», ha lamentado.

En este contexto, las agencias de la ONU han advertido de que este aumento estimado de la emaciación infantil es solo la punta del iceberg. Como consecuencia del empobrecimiento de la dieta y la interrupción de los servicios de nutrición, la COVID-19 también agudizará otras formas de desnutrición en niños y mujeres, como el retraso en el crecimiento, el déficit de micronutrientes y el sobrepeso y la obesidad.

Los datos de UNICEF de los primeros meses de la pandemia apuntan a una reducción general del 30 por ciento en la cobertura de los servicios vitales de nutrición. En algunos países, la interrupción de estos servicios durante el confinamiento ha sido de entre el 75 por ciento y el 100 por ciento.

En Afganistán y Haití, el miedo al contagio y la falta de equipos de protección para los trabajadores sanitarios han llevado a una disminución estimada del 40 por ciento y del 73 por ciento, respectivamente, en las admisiones para tratar la emaciación severa en los niños. En Kenia, esas admisiones cayeron un 40 por ciento. Más de 250 millones de niños en todo el mundo no están recibiendo suplementos de vitamina A debido a la COVID-19.

Según el análisis, cuando el aumento proyectado de la emaciación en cada país se combina con una media anual proyectada del 25 por ciento en la reducción de los servicios de nutrición, el resultado es la estimación de que podría haber 128.605 muertes más de niños menores de cinco años durante 2020.

Empeora la nutrición en todo el mundo
Los representantes de UNICEF, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han advertido de que la pandemia de COVID-19 está socavando la nutrición en todo el mundo, especialmente en los países de ingresos bajos y medios, siendo los niños pequeños los que sufren las peores consecuencias.

Cada vez más niños y mujeres sufren desnutrición debido al deterioro de la calidad de sus dietas, la interrupción de los servicios de nutrición y el resto de consecuencias que ha tenido el impacto de la pandemia.

Así, las agencias humanitarias han pedido «de inmediato« 2.400 millones de dólares (más de 2.000 millones de euros) para proteger la nutrición materna e infantil en los países más vulnerables desde ahora hasta fin de año a gobiernos, la sociedad, los donantes y el sector privado para proteger el derecho de los niños a la nutrición.

«No podemos permitir que los niños sean las víctimas ignoradas de la pandemia de la COVID-19», ha dicho Fore. «Debemos pensar a corto y largo plazo, simultáneamente, de modo que no solo abordemos los desafíos planteados por la pandemia y sus impactos secundarios en los niños, sino que también tracemos un futuro más brillante para los niños y los jóvenes», ha concluido.


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