Noruega vuelve a mostrar interés por el conflicto político venezolano, aun cuando el año pasado auspiciaron un fallido intento de diálogo entre el régimen chavista y la oposición que generó un amargo impasse en Caracas. El pasado viernes, una misión del Gobierno noruego realizó una visita exprés al país caribeño con el objetivo de evaluar «la situación política y humanitaria», según informó la oficina del presidente interino venezolano, Juan Guaidó, que aseguró a través de un comunicado que fueron informados en las «horas previas» al aterrizaje y echaron en falta una agenda.
Según pudo conocer ABC de varias fuentes solventes, la delegación fue invitada por Nicolás Maduro, por lo que la oposición «desconfía» de las verdaderas intenciones detrás de este misterioso viaje. «Llegaron al aeropuerto internacional de Maiquetía y en la pista de aterrizaje los esperaban coches oficiales del régimen para llevarlos hasta Caracas», aseguraron estas fuentes, que subrayan que la visita se desarrolló en «extremo secretismo».
El equipo de Guaidó informó de que no existe en este momento ningún proceso de negociación y que le dejaron claro a la delegación noruega que la solución a la crisis llegará sólo a través de elecciones libres y justas. Sin embargo, no ha trascendido quiénes estuvieron presentes en las conversaciones. William Dávila, diputado y presidente de la Comisión de política exterior de la Asamblea Nacional opositora, aseguró a este diario que la oposición no va a ir a un nuevo proceso de diálogo, porque «Noruega ya sabe sus condiciones» y que la vez pasada «fue el propio gobierno el que se levantó de la mesa».
Tras el roce con la UE
Dag Halvor Nylander, diplomático y abogado noruego, fue quien comunicó la presencia de la delegación en territorio venezolano a través de su cuenta de Twitter: «Confirmo que diplomáticos noruegos están visitando Caracas con el propósito de actualizarse sobre la situación sanitaria y política del país».
Según Dávila, Nylander fue en 2017 representante personal del secretario de la ONU, António Guterres, para actuar como buen oficiante en el caso de la disputa por el territorio del Esequibo entre Venezuela y Guyana, y «hasta este momento no se sabe nada de su actuación». «Con esos antecedentes no podemos esperar nada de una delegación que no se preocupa por Venezuela, sino que viene por razones ideológicas y políticas», dijo.
La visita tiene lugar tras un reciente roce entre Venezuela y la UE por la amenaza de Maduro de expulsar a la embajadora europea de Caracas, a lo que el bloque comunitario respondió con la advertencia de medidas recíprocas.
abc
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