El gallego Javier Barral Lijó logró el pasado domingo la impresionante hazaña de batir el récord español de memorización de decimales del número pi, con unos impresionantes 15.469 dígitos que recitó ante una cámara durante dos horas y media.
Aunque la marca europea continúa imbatible en los 24.000 números, Javier puede enorgullecerse de un récord que sobrepasa con creces los 2.200 donde se mantenía el máximo español. Tal y como explicó el ganador a La Voz de Galicia, el origen de esta gesta tan curiosa viene de los meses de confinamiento que pasó en Valladolid, ciudad donde estudia.
Mientras unos hacían pan y otros retomaban la lectura, Javier decidió entrenarse para esta hazaña a raíz de unos concursos de memorización que organizaba un instituto gallego —todo ello compaginando a la vez su trabajo de fin de máster y el ejercicio físico para no perder la forma en la disciplina que practica, el triatlón—.
La segunda semana ya había superado el máximo nacional, cosa que demostró con creces el domingo al recitar sobre un hinchable, con los ojos vendados y ante la atenta mirada de un abogado y dos verificadores, los más de quince mil dígitos que formaron su récord. Con solo dos paradas para beber agua, el joven genio también quiso hacer un singular homenaje a su familia con el último número que recitó. El 15.469 corresponde a la fecha de nacimiento de su tío, una persona muy importante para la vida de Barral que quedará siempre retratada en esta singular proeza.
El campeón de memorización, graduado en Química y con dos másters a sus espaldas —el primero en Acuicultura y el segundo en Profesorado de secundaria— justificó esta marca como una forma de pasar el tiempo durante la cuarentena, y sus próximos planes no son otros que disfrutar del verano antes de comenzar a preparar las oposiciones a profesor, un objetivo que no parece inalcanzable para alguien con un récord de memorización en el bolsillo.
abc
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