Nuevas protestas contra la policía siembran de violencia EE.UU.

  27 Julio 2020    Leído: 474
Nuevas protestas contra la policía siembran de violencia EE.UU.

Las manifestaciones y los disturbios se extienden durante el fin de semana a numerosas ciudades, con decenas de detenidos y al menos un muerto.

A comienzos de mes, la intensidad de las protestas por la muerte de George Floyd en Mineápolis, último episodio de violencia policial contra la minoría negra en EE.UU., había bajado con fuerza en casi todo el país. Una de las excepciones era Portland, donde este sábado se celebró la 56ª noche consecutiva de manifestaciones. La principal ciudad de Oregón es un foco tradicional de movimientos izquierdistas y anarquistas. Este fin de semana, las protestas violentas por la presencia de agentes federales enviados por el Gobierno de Donald Trump se ha contagiado a otras ciudades, con disturbios, heridos, intervenciones policiales y, al menos, un muerto.

La violencia se produce tras una espiral de tensión entre activistas radicales, autoridades locales y Trump, que ha aprovechado los incidentes para canalizar su discurso de «ley y orden», a pocos meses de su reelección y en un mal momento en las encuestas frente al demócrata Joe Biden.

En medio de las protestas violentas y el vandalismo tras la muerte de Floyd, Trump firmó una orden ejecutiva para endurecer la protección de propiedades y monumentos federales, que han estado en el ojo de los manifestantes radicales. El envío de agentes federales a Portland azuzó las protestas de las últimas semanas, en las que las autoridades locales acusaron a los cuerpos de seguridad federales.

Una manifestante, detenida frente al edificio de los juzgados en Los Ángeles - AFP
La pasada semana, Trump redobló su apuesta y confirmó su amenaza de mandar más contingentes a otras ciudades. «En las últimas semanas, ha habido un movimiento radical para recortar, desmantelar y disolver nuestros departamentos de policía. Políticos extremos se han unido a esta cruzada antipolicial y denigran sin descanso a nuestros héroes de los cuerpos de seguridad», dijo el presidente.

El viernes, el gobernador del estado de Washington, vecino de Oregón, el demócrata Jay Inslee anunció que la Administración Trump había enviado federales a la principal ciudad del estado, Seattle. Inslee lo tomó como una provocación del presidente, «que tiene ganas de confrontación» y «quiere atención», dijo en Twitter, y pidió que las protestas fueran pacíficas. Pero la manifestación de Black Lives Matter del sábado, la más numerosa en el último mes en la ciudad, se radicalizó y acabó en disturbios violentos. Los manifestantes provocaron un incendio en un edificio en construcción que acogerá una cárcel juvenil. Rompieron las ventanas de negocios y quemaron una cafetería en un edificio cuyos residentes tuvieron que ser evacuados.

Ataque a una comisaría
Una zona céntrica de Seattle, el barrio de Capitol Hill, estuvo el mes pasado tomada por manifestantes y activistas durante semanas como «zona autónoma autogestionada», después de que las protestas ocuparan y quemaran la comisaría del barrio. Esas dependencias policiales volvieron a ser atacadas este fin de semana, entre gritos de «Feds go home» («federales, idos a casa») y piedras, botellas y cohetes lanzados contra la policía. Los agentes respondieron con material antidisturbios y hubo 25 arrestos, tres policías heridos y al menos una manifestante herida.

«Estamos a favor del derecho de todo el mundo a la libertad de expresión, de concentración y de asamblea que establece la Primera Enmienda», dijo la jefa de la Policía, Carmen Best. «Pero lo que hoy hemos visto no era pacífico. No era una manifestación pacífica de ninguna forma, se produjeron actos criminales en toda la ciudad y se puso a mucha gente bajo riesgo», criticó.

La violencia salpicó a muchas otras ciudades. Las convocatorias son mayoritariamente pacíficas, y se insiste en el uso de mascarillas y en el respeto de la distancia física para evitar contagios por Covid-19. En los últimos días, han surgido movimientos como los «muros de madres», que comenzó en Portland, manifestantes que van vestidas de amarillo y ejercen resistencia pacífica.

Con la llegada de la noche, las protestas caen de forma habitual en la violencia. En algunos casos, con resultado fatal, como en el caso de Austin. La capital administrativa de Texas celebraba una marcha de Black Lives Matter, el movimiento frente a los abusos policiales a la minoría negra, cuando se oyó, según quedó registrado en una grabación de Facebook Live, la bocina de un coche que había quedado rodeado por la manifestación. Después, cinco disparos. Una persona fue alcanzada por los disparos y murió en el hospital. Según confirmó Katrina Ratcliff, de la Policía de Austin, la víctima se acercó al vehículo con un rifle y un hombre disparó desde el coche. El autor de los disparos fue detenido y colabora con la Policía, informó.

En Portland, aún foco de protestas antipoliciales en la madrugada de ayer, se repitieron los incidentes violentos. Manifestantes radicales trataron de romper la valla protectora instalada alrededor de los juzgados federales, que han sido atacados muchas noches, y lanzaron objetos y cohetes artificiales contra los agentes federales que los protegen. Los policías respondieron con gases lacrimógenos y cargas.

Seis agentes resultaron heridos y se produjeron 60 detenciones. De entre los detenidos, a 45 se les impusieron cargos por los incidentes. El alcalde de la ciudad, el demócrata Ted Wheeler, calificó esta semana a los agentes federales de «fuerza de ocupación».

Más protestas se registraron de punta a punta del país, desde Nueva York, donde hubo disturbios leves en Manhattan, hasta Los Ángeles, donde se repitieron choques con la policía en las inmediaciones de un juzgado federal. Los manifestantes rompieron ventanas y fueron dispersados por la policía.

La situación se repitió en otra ciudad de California, Oakland, donde los manifestantes se concentraron en las inmediaciones de un juzgado. De madrugada, hubo vandalismo y arrestos. En Aurora (Colorado), un vehículo embistió contra las protestas y se produjo un herido por arma de fuego. En Omaha (Nebraska), los manifestantes salieron por la muerte de James Scurlock, un hombre negro que murió por disparos del dueño de un bar durante las protestas por Floyd. Los disturbios provocaron el arresto de un centenar de personas, según la emisora local KMTV. En Richmond (Virginia), los antidisturbios usaron gases lacrimógenos para dispersar las protestas y se quemó un camión municipal.

abc


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