Investigadores de la Universidad George Washington (EE.UU.) han creado un minúsculo dispositivo que permitiría diagnosticar el covid-19 de forma instantánea con el uso de un móvil.

Del tamaño de un mechón de pelo, está cubierto por una fina capa de oro e inicialmene fue desarrollado para detectar distintos gases: una vez que la superficie dorada se amarra a otras moléculas como las del gas, la longitud de onda de luz que rebota de ella cambia haciendo que la luz sea de otro color, y por lo tanto diferentes gases deberían causar diferentes cambios de luz, algo que luego podrían rastrear programas de inteligencia artificial.

La pandemia del nuevo coronavirus hizo a los creadores del dispositivo repensar su uso, y decidieron que el sensor pudiera detectar la infección vírica si cubrieran la superficie del invento con un reactivo o una solución con proteínas que se amarren específicamente al SARS-CoV-2.

En el caso de una persona infectada, el virus que se pegaría a la superficie provocaría un cambio óptico que podría ser detectado inmediatamente por las cámaras del móvil.

"Son extremadamente rápidos, los resultados de la prueba están listos en cuestión de minutos, y haces las pruebas allí mismo en lugar de enviar tu muestra a un gran laboratorio comercial con un gran retraso", señaló Mona Zaghloul, que ha liderado el equipo de investigación.

Esto permitiría a los profesionales de la salud descubrir de inmediato si alguien está contagiado y hay que ponerlo en cuarentena, y también aliviar la tarea de rastrear sus contactos, explicó Zaghloul.

Sin embargo, el camino hacia su comercialización todavía es largo. Ante todo, los científicos tendrán que asegurarse de que el amarre entre los reactivos aplicados al dispositivo y el nuevo coronavirus de hecho se produce y puede ser detectado. Después tendrán que determinar cuán pocas partículas del virus pueden ser detectadas con el uso de su invento.

Finalmente, les queda por averiguar si el dispositivo reacciona a otros coronavirus humanos comunes que, por ejemplo, causan resfriados leves, y si lo hace, determinar si el cambio de la luz reflejada se distingue o no del cambio de luz que se produce durante la reacción al SARS-CoV-2.

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