Primeras medidas concretas en respuesta al boicot que le ha pegado un tajo del 31% a sus cuentas. Facebook ha empezado este martes a etiquetar publicaciones de Donald Trump y Joe Biden, candidatos a las elecciones presidenciales, aunque no se ha atrevido a aplicar la verificación de hechos. Una medida que, hasta ahora, no se había aplicado en esta plataforma.
La multinacional estadounidense puso una etiqueta en una entrada en el perfil oficial de Trump en la que criticaba con dureza que la votación por correo asegurando que puede conducción a unas votaciones corruptas. El aviso, sin embargo, se ha aplicado a título informativo y no se ha verificado por el equipo de revisores. Dirige a los usuarios a un sitio web de oficial para conocer esta legítima opción de los electores que fue anteriormente atacada por el presidente hace unas semanas y que fue el detonante del conflicto con las redes sociales.
La medida forma parte de la nueva política de Facebook, anunciada por su presidente Mark Zuckerberg hace unas semanas y que pretende etiquetar publicaciones relacionadas con las elecciones presidenciales de noviembre. En los últimos días, la red social ha colocado la misma etiqueta debajo de otras publicaciones de Trump y también del candidato demócrata Joe Biden. A pesar que se esperaba una reacción similar debido a la presión de los anunciantes, este nuevo enfoque no ha contentado a los analistas que creen que estas etiquetas pueden ser confusas.
Esta estrategia de etiquetado comenzó a implementarse «en los últimos días», según el portavoz de Facebook Andy Stone. Llega después de que un grupo de empleados y una organización formada por asociaciones de defensa de derechos civiles criticaran la decisión de la red social de no tomar medidas sobre las publicaciones incendiarias de Trump y los llamados «discursos de odio».
Críticas virulentas
El problema es que la multinacional estadounidense, a diferencia de Twitter, se había mantenido firme al considerar que si se revisan las publicaciones se puede rozar la censura y afectar a la libertad de expresión. De hecho, el polémico etiquetado de Twitter provocó una reacción virulenta en Trump, quien firmó una orden ejecutiva con la que frenar las protecciones legales de las empresas de redes sociales.
En los últimos años, las rede sociales han reforzado sus equipos de revisores humanos que, con apoyo de algoritmos de detección automáticos, se encargan de analizar, bloquear y retirar si es necesario los comentarios y publicaciones que supuestamente vulneran sus políticas de uso. De ahí ha nacido un ejército de empresas de «fact-checkers» repartidos en distintos países, entre ellos, España.
Ahora, Facebook empieza a cambiar de opinión. Zuckerberg aseguró en un comunicado hace escasamente un mes que Facebook pretendía «prevenir» los ataques al proceso electoral, pero también señaló que era difícil identificar esto «a gran escala». Entonces, adelantó su intención de añadir enlaces directos a información sobre el proceso de votaciones.
abc
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