Todas las ONG designadas como indeseables están relacionadas con la lucha contra la persecución de los adeptos de la práctica espiritual china Falun Gong.

"La actividad de estas organizaciones constituye una amenaza para la seguridad de Rusia", comunicó la Fiscalía General, sin dar otros detalles.
En particular, el organismo añadió a la lista de las organizaciones indeseables a las ONG estadounidenses la Organización Mundial para Investigar la Persecución de Falun Gong (World Organization to Investigate the Persecution of Falun Gong Inc.), la Coalición para Investigar la Persecución de Falun Gong (Coalition to Investigate the Persecution of Falun Gong in China), la Misión Global para Rescatar a los Practicantes de Falun Gong Perseguidos (Global Mission to Rescue Persecuted Falun Gong Practitioners Inc.), Amigos de Falun Gong (Friends of Falun Gong Inc.), Doctores contra la Sustracción Forzada de Órganos (Doctors Against Forced Organ Harvesting) y Fuentes de Dragon (Dragon Springs Buddhist Inc.)

La ONG británica designada este 20 de julio como indeseable en Rusia es la Asociación Europea de Falun Dafa (The European Falun Dafa Association).

De acuerdo con la legislación rusa, la Fiscalía General puede prohibir de manera extrajudicial las actividades de una organización indeseable. Las cuentas rusas de las organizaciones indeseables se congelan, se cierran sus filiales, y se les prohíbe realizar eventos públicos y difundir sus materiales, incluido a través de los medios de comunicación.

El movimiento religioso Falun Gong surgió en China a inicios de los años 1990. La práctica está basada en una combinación de meditación y ejercicios de qigong, e incluye elementos de budismo, taoísmo, confucianismo y creencias populares.

Desde 1999 las actividades de Falun Gong están prohibidas en China porque amenazan a su régimen constitucional.

La Amnistía Internacional denunció en varias ocasiones que la llamada Oficina 610 —organismo del Gobierno chino dedicado a supervisar la represión de Falun Gong y otros "cultos heréticos"— es responsable por decenas de miles de detenciones arbitrarias de practicantes de Falun Gong, que fueron obligados a renunciar a sus creencias, "a menudo mediante torturas y malos tratos".
Según las autoridades chinas, entre los participantes del movimiento se detectaron numerosos casos de suicidios y trastornos mentales. Además, Pekín sostiene que los practicantes de Falun Gong, a que califica de una sexta totalitaria, renuncian a la asistencia médica debido a su creencia en una "curación milagrosa".

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