Las pruebas de diagnóstico del coronavirus que usan anticuerpos en Reino Unido fueron un éxito, según el Gobierno británico, quien va a empezar a distribuir millones de estas pruebas gratuitas, que consisten en un simple pinchazo en el dedo capaz de decir en 20 minutos si una persona ha estado expuesta al virus.
En las pruebas que se llevaron a cabo en junio, mostraron una precisión del 98,6%.
Este tipo de prueba fue desarrollada bajo una asociación entre la Universidad de Oxford y las principales empresas de diagnóstico del Reino Unido.
Sir John Bell, profesor de medicina de la Universidad de Oxford y jefe del programa de pruebas de anticuerpos del Gobierno, declaró, citado por el diario The Telegraph: "Esta prueba rápida parece ser verdaderamente sorprendente y demuestra que podemos hacerlo nosotros mismos".
Mientras tanto, los ensayos clínicos para probar una nueva vacuna contra el coronavirus desarrollada por el Imperial College London están avanzando a su siguiente fase, anunció la universidad. Después de una exitosa ronda inicial de pruebas en 15 voluntarios, 105 participantes más recibirán la vacuna. Los primeros 15 voluntarios volverán para recibir una segunda dosis también.
"Hemos tenido un comienzo prometedor, pero aún es demasiado pronto para especular si nuestra candidata a vacuna será efectiva en la prevención de la infección", dijo la doctora Katrina Pollock, líder clínica del estudio. "Las primeras pruebas clínicas están progresando bien y me gustaría agradecer a todos los que están apoyando este trabajo, en particular a nuestros voluntarios del ensayo".
El profesor Robin Shattock, que dirige el desarrollo de la vacuna, dijo: "La progresión a la siguiente fase del ensayo es un paso importante en la evaluación de la seguridad de nuestra vacuna. Analizar las muestras de sangre en busca de anticuerpos y la respuesta de las células T proporcionará alguna indicación de si nuestra vacuna puede producir una respuesta inmune para combatir el virus".
"Se necesitarán grandes ensayos clínicos para saber si nuestra candidata a vacuna, y cualquier otra vacuna COVID-19 en desarrollo, puede tener éxito en la reducción de la propagación o la gravedad de COVID-19".
El Gobierno del Reino Unido ha invertido más de 40 millones de libras esterlinas en la vacuna imperial, así como en la vacuna de Oxford, que actualmente lidera la carrera mundial por un método de inmunización contra el coronavirus.
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