El Ministerio de Sanidad de España indicó que se registraron 2.050 nuevos casos de COVID-19 durante el fin de semana, lo que generó que ciertas partes del país decidieran avanzar hacia la imposición de medidas de higiene y distanciamiento social más estrictas.

La cartera aseguró que el total de infectados en el territorio español se elevó a 255.953 mientras que el de muertos subió a 28.406.

El diario español El País informó que actualmente hay más de 100 brotes de COVID-19 en el país.

Debido a la transmisión local particularmente preocupante, los funcionarios anunciaron el lunes que las ciudades del noreste de Zaragoza y Huesca y sus áreas circundantes volverán a una "etapa flexible" el martes. Esto afectará a alrededor de 870.000 personas.

Las áreas permanecerán abiertas al resto del país, pero se prohibirán los clubes nocturnos y se reducirá la capacidad máxima en bodas, funerales, bares, restaurantes y otros espacios públicos. Las reuniones también se limitarán a 10 personas.

La región más peligrosa en términos de la enfermedad sigue siendo Segria en Cataluña, que incluye la ciudad de Lleida.

A pesar de haber sido acordonada durante más de una semana, los casos continuaron aumentando y los hospitales se están llenando rápidamente de pacientes con COVID-19 en la región.

El presidente catalán, Quim Torra, dijo en una rueda de prensa el lunes que su Gobierno aprobaría un decreto para garantizar la legalidad de los estrictos bloqueos.

Mientras tanto, pidió a los residentes que se queden en casa y se protejan.

En toda España, un número creciente de regiones ha impuesto el uso de máscaras médicas como obligatorio en todos los espacios públicos, con la única excepción de los deportes y la playa.

Aragón, Asturias, Cantabria, Navarra, La Rioja, Cataluña, Baleares, Extremadura, Andalucía y Murcia las han hecho obligatorias o planean hacerlo esta semana.

El lunes, después de semanas de negociaciones fallidas con el Gobierno local, los médicos y enfermeras residentes en Madrid comenzaron una huelga indefinida.

Miles de personas se reunieron en una huelga frente a los hospitales exigiendo una mejor capacitación en el trabajo y menos explotación.

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