Con este fin, para evitar preguntas incómodas de la prensa los diplomáticos mexicanos habían presionado para que los líderes se abstuvieran de responder preguntas de los medios.
Sin embargo, el mandatario estadounidense no pudo resistir bromear sobre la situación.
En la cena oficial en la Casa Blanca, Trump bromeó sobre su disciplina durante la parte pública de la visita, diciendo que se había comportado bien y se había controlado al no mencionar el espinoso tema del muro fronterizo. Este comentario provocó la risa de algunos de los asistentes, según varios testigos, citados por Bloomberg.
Por su parte, AMLO junto con los funcionarios del gabinete de México y los empresarios de la nación, incluyendo a Carlos Slim y Ricardo Salinas Pliego, después de la cena regresaron a la residencia oficial de la embajadora mexicana Martha Bárcena para unas dos horas de bebidas y conversación. Se les unió al principio el embajador de EEUU Christopher Landau, el único invitado estadounidense presente en la fiesta posterior.
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