A finales de año, el hambre provocada por la epidemia podría causar 12.000 muertes al día, más que la propia enfermedad

  09 Julio 2020    Leído: 859
A finales de año, el hambre provocada por la epidemia podría causar 12.000 muertes al día, más que la propia enfermedad

Intermón Oxfam denuncia que han surgido nuevos epicentros de hambre en países de renta media como Brasil, India o Sudáfrica.

A finales de año, el hambre provocada por el Covid-19 podría causar la muerte de hasta 12.000 personas al día, más que la propia enfermedad. La tasa de mortalidad diaria por la epidemia a nivel mundial alcanzó su pico en abril de 2020, con algo más de 10.000 muertes diarias.

Según un informe de Intermón Oxfam, 121 millones de personas más podrían acabar al borde de la hambruna a finales de este año a consecuencia de los impactos del colapso económico y social provocado por la pandemia: el desempleo masivo, la alteración de la producción y los suministros alimentarios o la reducción de la ayuda humanitaria, de acuerdo a los datos del Programa Mundial de Alimentos (PMA).

«El Covid-19 es la gota que ha colmado el vaso para millones de personas que ya tenían que hacer frente a los efectos de los conflictos, el cambio climático y la desigualdad, y a un sistema alimentario disfuncional que ha empobrecido a millones de productores y productoras de alimentos, y de trabajadores y trabajadoras de ese sector», afirma Chema Vera, director ejecutivo interino de Oxfam Internacional.

«Mientras tanto, ocho de las mayores empresas de alimentación y bebidas han pagado a sus accionistas dividendos por valor de 18.000 millones de dólares desde enero de este año», continúa Vera, «a pesar de que la pandemia ya se estaba extendiendo por todo el mundo». Esta cifra es «diez veces superior a la cuantía que Naciones Unidas ha solicitado para evitar que la gente siga pasando hambre», asegura”

El informe analiza los diez peores «puntos críticos del hambre» del mundo: lugares como Venezuela y Sudán del Sur, donde la crisis alimentaria es grave y está empeorando a consecuencia de la pandemia. Así mismo, destaca la aparición de nuevos epicentros del hambre, países de renta media como la India, Sudáfrica y Brasil, en los que millones de personas que ya antes tenían dificultades para sobrevivir se encuentran ahora en una situación límite debido a la pandemia.

«Los Gobiernos pueden salvar vidas ya, financiando íntegramente el llamamiento humanitario de las Naciones Unidas para el Covid-19, garantizando que la asistencia humanitaria llega a quienes más la necesitan y cancelando los pagos de deuda de los países en desarrollo, para así liberar fondos que permitan financiar los sistemas de protección social y de atención de salud de esos países. Para poner fin a esta crisis de hambre, los gobiernos también deben construir sistemas alimentarios más justos, sólidos y sostenibles, que antepongan los intereses de los productores y productoras de alimentos, y de los trabajadores y trabajadoras agrícolas a los beneficios de las grandes empresas de alimentación y agronegocios», añade Vera.

A día de hoy, el ejecutivo español ha desembolsado 97.161 dólares, muy lejos de los 3,3 millones con los que se ha comprometido para responder al llamamiento de Naciones Unidas. España debe defender la ampliación de la iniciativa de alivio de deuda para que pase de términos de suspensión a términos de condonación para el período 2020-2022. Además, el gobierno podría avanzar en la puesta en marcha de un programa de conversión de deuda bilateral por inversiones en salud y respuesta a la COVID-19, mostrando así mayor liderazgo internacional con una iniciativa propia.

Desde el inicio de la pandemia, Oxfam Intermón ha proporcionado asistencia alimentaria y agua potable a 4,5 millones de las personas más vulnerables del mundo, gracias a su colaboración con 344 organizaciones socias en 62 países. Nuestro objetivo es recaudar 113 millones de dólares adicionales para financiar nuestros programas, de manera que podamos llegar a un total de 14 millones de personas.


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