El servicio militar obligatorio fue eliminado en Alemania en 2011 y una década después regresa en versión voluntaria. La ministra alemana de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer (AKK), anunció ayer un nuevo programa de la Bundeswehr para recibir a ciudadanos que deseen pasar un año en las filas del ejército alemán, seis meses recibiendo formación militar y otros seis prestando servicio en el destino que se les adjudique, siempre relativamente cercano a su domicilio habitual. El prestigio del ejército alemán se ha visto dañado en los últimos años por la aparición de grupos de militares de ideología de extrema derecha, que incluso llegaron a planear atentados contra autoridades políticas nacionales, y por casos aislados de abusos, además de una serie de carencia de medios que ha generado la imagen de uno de los peores equipados de su entorno. Abriendo las puertas de la Bundeswehr a la ciudadanía, AKK espera lograr un aire fresco que revitalice al ejército y una mejor relación de la sociedad democrática alemana con sus fuerzas defensivas.
La comisionada militar del Partido Socialdemócrata (SPD), Eva Högl, había iniciado recientemente un debate sobre la reintroducción del servicio militar. «Creo que fue un gran error que el reclutamiento haya sido suspendido», dijo, concluyendo que había tenido como consecuencia la extensión de ideologías antidemocráticas entre el personal militar profesional. Como respuesta a esta inquietud, en el seno de la gran coalición, AKK ha decidido dar forma al programa que llevará por nombre «Su año para Alemania». Arrancará a partir de 2021 y, a pesar de que la plantilla base son esos dos semestres repartidos entre formación y servicio, el programa ofrece posibilidades de reclutamiento por periodos de entre 7 a 23 meses.
«En cualquier caso, es bueno para la Bundeswehr cuando una gran parte de la sociedad presta un servicio militar por un tiempo», ha defendido Högl, «eso hace más difícil que el extremismo de derecha se extienda entre las tropas porque un reclutamiento más abierto y generalizado da opción a una formación del ejército más plural». «No se trata simplemente de revivir la antigua forma de reclutamiento», ha precisado la ministra AKK, «se trata de la cuestión de qué es lo que mantiene unida a esta sociedad, cuál es el pegamento que nos sostiene en pie y cómo fortalecemos a aquellos que realmente quieren hacer algo por esta sociedad».
«En el Ministerio de Defensa, hemos estado lidiando largo tiempo con la cuestión de qué podemos hacer por aquellos que están interesados en el servicio militar voluntario, pero que lo encuentran demasiado», ha explicado AKK, «y creemos que esta es una buena fórmula tanto para acercar el ejército a la juventud como para actuar en la reserva».
Debate sobre su relanzamiento
Annegret Kramp-Karrenbauer, además de ministra presidenta todavía de la CDU de Merkel, avanza así en la reforma del ejército alemán que inició su predecesora en la cartera, Ursula von der Leyen, y completa una serie de medidas destinadas a limpiar y modernizar sus estructuras internas. «Aparte de eso, hemos desmantelado muchas de las estructuras», mencionaba ayer, por ejemplo, con vistas a las oficinas de reemplazo desmanteladas. Además, la Bundeswehr ha seguido desarrollándose estratégicamente. «Creo que la forma más inteligente sería pensar en un deber general en Alemania, no solo en el área militar, sino también en el área civil», dijo, dispuesta a ampliar este año de servicio al país a los servicios sociales.
«La suspensión del servicio militar obligatorio está cumpliendo ahora diez años y es un buen momento para hacer balance», sugiere por su parte Gabriela Heinrich, miembro del grupo parlamentario socialdemócrata, «es correcto tener un debate sobre si se han logrado los objetivos relacionados con la suspensión». «Las ideas extremistas de derecha y las fantasías terroristas de derecha en la Bundeswehr no están causalmente relacionadas con el fin del servicio militar obligatorio, sino con una cultura en la Bundeswehr que lo ha permitido y tolerado durante décadas», ha declarado por su parte el líder del grupo de Die Linke (La Izquierda), Dietmar Bartsch, «pero un debate sobre la reintroducción del servicio militar sería un compañero de cartón peligroso que no resolvería los problemas obvios en las tropas». El experto en seguridad de los Verdes, Tobias Lindner, considera que se trata de una «serpiente de verano». «El reclutamiento no aportaría ninguna ventaja a la Bundeswehr en términos de política de seguridad, sino que solo consumiría enormes recursos humanos y financieros», expone, mientras la experta en defensa del FDP Marie-Agnes Strack-Zimmermann dijo que «es un proyecto que sobra, porque lo que de verdad se necesita en un ejército moderno y sofisticado como exige la actualidad son especialistas, personal altamente cualificado y bien pagado que cumpla con sus tareas muy por encima de la media».
abc
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