Un escándalo de tráfico de prostitutas descubierto en Baréin en 2017, y en el que estaban implicados efectivos de la Armada de EE.UU., ha sido ampliamente detallado en un informe obtenido por Military Times.
El medio sostiene haberse familiarizado con centenares de páginas de materiales judiciales, videos y otros documentos dedicados a la actividad delictiva de efectivos de la sede de la Quinta Flota de EE.UU., encargada de las operaciones en la región de Oriente Medio.
La investigación del Servicio de Investigaciones Criminales de la Armada (NCIS, por sus siglas en inglés) comenzó en 2017 con el registro del apartamento de un sospechoso, que fue exculpado de todas las acusaciones el año pasado, y ha revelado que marinos estadounidenses gestionaban una amplia red de prostitutas tailandesas.
El informe incluye extractos de mensajes de texto de contenido explícito con una 'madama' tailandesa que resultó ser informante del NCIS y desempeñó un papel importante en las actividades de ocio de los militares fuera de su base y en la red de tráfico sexual.
En uno de los mensajes la mujer ofrece a un marinero enviar a nuevas víctimas desde Tailandia para el trabajo sexual que además pagarían a los militares por alojamiento, mediación y protección.
La investigación reveló que los marineros hospedaban a prostitutas en sus apartamentos alquilados con el dinero de los contribuyentes.
Los marineros involucrados vendían los servicios de las prostitutas a sus compañeros y retenían los pasaportes de las mujeres para controlarlas.
En uno de los episodios estudiados por los investigadores, un marinero se comportó como un proxeneta obligando a un compañero de servicio a pagar a una mujer por servicios sexuales. También se investigaron las denuncias de violación presentadas porvarias de las mujeres.
La investigación resultó en una serie de sanciones contra los marineros implicados. El castigo más duro fue de cuatro años de cárcel militar y despido con privación de beneficios y privilegios.
Algunos casos no tuvieron consecuencias porque las mujeres se negaron a declarar contra los acusados.
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