El año 2020 de primavera trágica para la humanidad está resultando prolífico y triunfal para el universo Carlos Sainz. El patriarca de la saga brindó en enero por su tercer Dakar, hecho singular pues lo consiguió con 57 años. A principios de mayo obtuvo un reconocimiento en su ecosistema de los rallys, al ser nombrado mejor piloto de la historia por delante de grandes leyendas de la especialidad. El 15 de mayo se hizo oficial la noticia que probablemente más feliz le ha hecho: su hijo Carlos Sainz jr fichó por Ferrari. Este martes 16 de junio, Sainz padre vuelve al primer plano con otra conquista: el Premio Princesa de Asturias de los Deportes que tanto ansiaba.
En una sesión telemática, obligatorio el sistema por las secuelas del coronavirus, el jurado compuesto por exdeportistas y periodistas estudió las 17 candidaturas de diez nacionalidades para, finalmente, otorgar el galardón de la edición 2020 a Carlos Sainz. Marc Márquez también optaba al premio.
La historia de Carlos Sainz es la de un luchador apasionado por el motor y el deporte que se resiste a colgar el casco según ha proclamado con razón en diferentes mensajes. «No importa el DNI, sino los tiempos del cronómetro».
El reloj ha decretado tantas veces que la sabiduría de Sainz está muy por encima de los rigores de la edad. Cumplió 58 años el pasado 12 de abril en pleno confinamiento, en lo peor de la pandemia, que ha pasado en su casa residencial a las afueras de Madrid junto a su familia (su esposa Reyes Vázquez de Castro, sus hijas Blanca y Ana y su hijo Carlos.
El cronómetro ensalza las virtudes sobre la arena o el asfalto del conocido como «Matador», su apodo taurino de siempre ahora que Hamilton atiza a la tauromaquia. Sainz ganó los títulos mundiales de rallys en 1990 y 1992 con el Toyota Célica que pilotaba junto al inefable Luis Moya, y obtuvo 26 victorias de las 196 pruebas que disputó (en casi la mitad de ellas acabó en el podio).
Por encima de los pasajes tristes (aquel «trata de arrancarlo» de Luis Moya) quedó la imagen de un deportista inoxidable que siempre peleó por la victoria en todas las circunstancias. Se retiró del Mundial en 2004, con 42 años, pero descubrió otra pasión, el rally Dakar y sus misterios para conducir en el desierto.
Debutó en el Dakar en 2006 y lo ha convertido en su prueba fetiche. Lo ha ganado tres veces (2010, 2018 y 2020) con tres marcas distintas (Volkswagen, Peugeot y Mini), lo que explica su versatilidad para adaptarse a todo tipo de condiciones.
Este es el quinto premio de los ocho que concede la institución Princesa de Asturias. Los demás premiados en las otras categorías son: Concordia a los sanitarios españoles por su lucha contra la Covid-19; el de las Artes a los compositores Ennio Morricone y John Williams; el de Comunicación y Humanidades a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y al Hay Festival of Literature & Arts, y el de Ciencias Sociales al economista turco Dani Rodrik.
Los galardonados en los últimos años han sido: Lindsay Vonn (2019), Reinhold Messner y Krzysztof Wielicki (2018), All Blacks (2017), Javier Gómez Noya (2016), Pau y Marc Gasol (2015), Maratón de Nueva York (2014), José María Olazábal (2013), Iker Casillas y Xavi Hernández (2012), Haile Gebrselassie (2011), Selección española de fútbol (2010), Yelena Isinbayeva (2009), Rafa Nadal (2008), Michael Schumacher (2007), Selección española de baloncesto (2006).
abc
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