La dependencia de España del BCE alcanza el récord de 400.000 millones

  06 Junio 2020    Leído: 797
La dependencia de España del BCE alcanza el récord de 400.000 millones

Se dispara la deuda pública española en el balance del BCE tras la ampliación del plan de emergencia por el virus.

 

España alcanza una dependencia récord de la financiación del Banco Central Europeo (BCE) tras la decisión de este organismo de ampliar sus compras de deuda pública.

El BCE acumulará en su balance cerca de 400.000 millones de euros este año entre los programas de compra anteriores y los que ha lanzado por la crisis del coronavirus. A las letras, bonos y obligaciones del Tesoro equivalentes a más del 20% del Producto Interior Bruto español adquiridos por el BCE en planes anteriores hay que sumar el gigantesco programa incrementado el jueves en 600.000 millones. El llamado programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP en sus siglas en inglés) totalizará 1,35 billones hasta junio de 2021, lo que implica que, al ritmo actual, dedicará unos 150.000 millones a la deuda española para sus sostenimiento en los mercados.

Las compras del BCE están siendo decisivas para que la prima de riesgo de España no se dispare y, aunque no ha regresado aún a los niveles previos a la crisis del virus, rondan ya los 80 puntos básicos, la mitad que en los peores momentos de la crisis sanitaria. La institución que preside Christine Lagarde ha logrado también desplomar la prima de riesgo de Italia que está ya por debajo de los 170 puntos básicos.

Al relajamiento de los mercados con estos países tan afectados por el coronavirus ha contribuido también la respuesta de la Unión Europea, mayor de lo previsto tras el acuerdo alcanzado por la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron.

El incremento del apoyo del BCE, desatado por el agravamiento de la recesión en la Eurozona, aleja por ahora que Italia o España tengan que acudir al fondo europeo de rescate, el llamado Mede que, aunque no plantea condiciones explícitas más allá de dedicar el dinero a la crisis sanitaria, supone un estigma.

Lagarde tampoco ha puesto condiciones, pero sí empieza a lanzar mensajes en ese sentido el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, que asiste a la reuniones del BCE en representación de Bruselas. Éste recordó en un seminario organizado por The Economist que «una vez que avancemos de la crisis a la recuperación, se empezarán a aplicar de nuevo las reglas fiscales normales y los países tendrán que moverse hacia posiciones fiscales prudentes».

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