Un equipo de investigadores, dirigido por el profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña, Jordi Llorca, descubrió dos fragmentos del meteorito de Barcelona, que cayó el 25 de diciembre de 1703 en el municipio catalán de Terrassa, según comunicó la institución.
Llorca explicó que hasta ahora se creía que no se había conservado ningún fragmento de ese objeto espacial. Los pedazos, de 50 y 34 gramos, fueron hallados en un tarro de vidrio junto con una etiqueta incompleta, en la colección de la familia Salvador, un linaje de naturalistas barceloneses, que entre los siglos XVII y XIX reunieron unas colecciones científicas importantes, reza el reciente estudio, publicado en la revista Meteoritics and Planetary Science.
Los resultados de distintos análisis, realizados con el uso de tecnologías avanzadas, como tomografía de rayos X, microscopía y microsonda electrónica, revelaron que los fragmentos estaban compuestos por silicatos y pequeñas partículas metálicas, lo que permitió llegar a la conclusión de que el meteorito procede de un asteroide primitivo entre les órbitas de Marte y Júpiter.
Además, los científicos compararon estos restos con los cuatro meteoritos que habían caído o fueron encontrados en Cataluña entre 1851 y 1905 y concluyeron que los fragmentos recién descubiertos eran diferentes y no podían ser confundidos con otros.
"Este estudio científico [...] es una ventana para mirar a la formación y evolución del sistema solar", subrayó Llorca y agregó que el meteorito de Barcelona es "el séptimo más antiguo" que se conserva en todo el mundo.RT
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