Para suerte de todos aquellos a los que nos gusta la sandía, ya la tenemos en las fruterías y podemos disfrutar de ella, al menos, los próximos tres meses, más o menos durante la temporada de verano. Esta fruta se suele cultivar en Andalucía y en la zona de Levante, por lo que, tal como aconseja la nutricionista Patricia Ortega, cuando vayas a comprarla asegúrate de que sea de producción nacional: «Hay que empezar a tomar decisiones sostenibles».
Al parecer, el valor calórico de esta fruta es muy bajo gracias a que es muy rica en agua (más del 90% de la sandía es agua), por lo que también puede ser una fuente interesante de hidratación. «Esta fruta puede ser incluida en cualquier tipo de pauta alimentaria. Por ejemplo, es idónea para pérdida de peso y mantener unos buenos hábitos alimentarios», dice.
La dietista y nutricionista Patricia Ortega aconseja el consumo de sandía durante esta época del año por ser un alimento muy interesante a nivel nutricional: «Es una buena fuente debetacaroteno o provitamina A (pigmento rojo o anaranjado), donde se ha visto que puede tener un papel esencial en el crecimiento y correcto desarrollo y funcionamiento del sistema inmunitario y la vista», aconseja. No tan notable, pero también se puede destacar, el contenido de otras vitaminas y minerales presentes en la sandía como la vitamina C, E, potasio y magnesio. «El aporte de estos dos últimos minerales podría ser interesante para la pérdida de sales minerales tras una práctica deportiva, por ejemplo», cuenta Patricia Ortega.
En condiciones generales, es una fruta que puede estar presente en cualquier tipo de alimentación, pero hay excepciones... «Uno de los casos donde la sandía podría estar contraindicada es en personas que sean intolerantes a la fructosa (un tipo de azúcar naturalmente presente en la fruta y otros alimentos como la miel), ya que su contenido en fructosa es elevado y podría causar algún tipo de molestia digestiva», alerta, y añade que es posible que en otras patologías digestivas como el síndrome de colon irritable también haya que valorar su ingesta. Pero, como siempre, estas decisiones hay que evaluarlas de forma individual y siempre con el diagnóstico y tratamiento de la mano de un médico digestivo y dietista-nutricionista.
Sandía con semillas o sin ellas
Sabrás que hay sandías con semillas y sin ellas... Pues bien, la diferencia se produce a través de una hibridación (cruzando dos plantas cuyo juego de cromosomas es incompatible), por lo que es igualmente seguro comer sandía con semillas que sandía sin ellas y puedes escoger la que más te guste.
La sandía es muy versátil en la cocina. Se puede utilizar en varias preparaciones culinarias como en un gazpacho, en una ensalada, macedonia, etc. Estos son algunos de los platos más ricos:
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