El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está “disgustado” por los intentos de China de revertir el estatus semiautónomo de Hong Kong, dijo la Casa Blanca el martes mientras las relaciones entre Estados Unidos y China siguen tensas.
La portavoz Kayleigh McEnany indicó que el presidente no solo está descontento con los esfuerzos de Pekín, sino que sostiene que “es difícil ver cómo puede Hong Kong seguir siendo un centro financiero si China se hace cargo”.
Cuando se le preguntó si eso significa que Washington ahora está dispuesto a cambiar su relación con Hong Kong, McEnany señaló que “no tenía más anuncios sobre la acción precisa que tomará el presidente”.
Las relaciones entre Estados Unidos y China se han tenido un aumento en las tensiones notable por la pandemia del coronavirus, pues Washington culpa al Gobierno chino por presuntamente manejar mal el brote y engañar a la comunidad internacional sobre su gravedad.
Los comentarios de McEnany se produjeron después de que miles de manifestantes salieron a las calles el domingo en Hong Kong para protestar contra un plan de Pekín de imponer una nueva ley de seguridad nacional en el territorio chino semiautónomo.
Se reunieron en los distritos de Causeway Bay y Wan Chai y corearon lemas contra el Gobierno, como “Respalden a Hong Kong” y “Salven a Hong Kong”.
Camiones de cañones de agua y vehículos blindados de la policía fueron vistos alrededor de Causeway Bay y la policía en Wan Chai disparó gases lacrimógenos para dispersar las multitudes.
Un total de 120 personas fueron arrestadas, incluido el destacado activista pro-democracia Tam Tak-chi.
Según funcionarios, cuatro policías resultaron heridos por ladrillos arrojados por los manifestantes.
Las manifestaciones se dieron por el proyecto sobre el establecimiento y mejora del sistema legal y los mecanismos de aplicación para Hong Kong que se presentó el viernes a la Asamblea Popular Nacional de China (APN) a fin de cambiar el estado “indefenso” del territorio.
“Los riesgos de seguridad nacional cada vez más notables en la RAEHK [Región Administrada Especialmente de Hong Kong] se han convertido en un problema importante”, sostuvo Wang Chen, vicepresidente del Comité Permanente de la APN de China.
Hong Kong, una región autónoma bajo China desde 1997, había sido testigo de protestas desde principios de 2019 contra la medida de la presidenta ejecutiva Carrie Lam de legalizar la extradición a China continental.
El proyecto de ley ha sido rechazado, pero las manifestaciones dejaron a la ciudad tambaleándose, y los analistas económicos internacionales expresaron su preocupación por las perspectivas económicas del centro de negocios.
anadolu
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